Es difícil entender los motivos por los que un centro de ocio como Panoramis, prácticamente colgado sobre el mar en una de las ubicaciones, a priori, más atractivas de la ciudad, nunca ha acabado de despegar. Unos dicen que es porque hay que pagar por aparcar, otros que hay demasiados centros comerciales en Alicante, otros que siempre le han faltado tiendas con tirón. El caso es que en la actualidad apenas tres de la docena de tiendas que alberga permanecen abiertas, mientras que el resto, desde establecimientos de telefonía e informática, a comercios de artículos deportivos, bisutería , calzado o regalos, han echado la persiana . El cierre de sus cines, que el pasado fin de semana ofrecieron la última sesión, no parece que vaya a ayudar al despegue del centro.

Aunque es durante los fines de semana, y sobre todo por la noche, cuando el complejo de ocio acoge a centenares de personas que acuden a sus pubs y restaurantes, los trabajadores y propietarios, tanto de las tiendas como de los bares, consideran que gran parte de su clientela son espectadores del cine que antes o después de ver una película aprovechaban para cenar o tomar una copa. "Sí, claro que nos preocupa el cierre de los cines", señalaba ayer un camarero del restaurante Gino. "Muchos de nuestros clientes venían por el cine, y tememos que haya un bajón muy grande de gente a partir del próximo fin de semana". De momento, ayer sobre las doce del mediodía, apenas una decena de personas deambulaba por los pasillos mientras una cifra similar ocupaba alguna de las mesas de sus terrazas, y eso que hacía una mañana preciosa que invitaba a disfrutar del sol y de las vistas del puerto. En la primera planta, donde estaban los cines, varios trabajadores andaban desmontando carteles y piezas de las salas aunque aún estaban expuestas en sus puertas las promociones de las películas "Viaje al centro de la Tierra" y "La mujer de negro".

"Cuando me enteré de que los cines cerraban, no pude dormir en toda la noche", indicaba ayer Amparo, empleada de la tienda Natura quién, sin embargo, se muestra optimista. A su juicio, "en Alicante hay demasiados centros comerciales para que todos funcionen aunque aquí hay muchas actividades y espectáculos. Vienen muchos niños por el parque infantil y yo confío en que esto siga en marcha". Más pesimista se mostraba la camarera de una de las cafeterías: "Cuando ves que tus vecinos van cerrando es inevitable preocuparse. Ahora nos tememos que el cierre de los cines se note, y mucho". Desde la librería infantil "Un mar de cuentos", se reconocía también que "sí hay inquietud, claro. En el último año han cerrado muchas tiendas por la crisis y lo de los cines ha sido un golpe, pero éste es un lugar magnífico, cómodo y en un sitio precioso y confiamos en que no se va a dejar perder". En este sentido, desde la gerencia del complejo se confirmó ayer que hay negociaciones y proyectos de revitalización que se concretarán próximamente.