La empresa que construye el colegio San Roque en el Casco Antiguo ha paralizado las obras ante los impagos del Consell, que adeuda a la mercantil cerca de un millón de euros. La adjudicataria cumple así con el ultimátum que dio hace un mes al Ayuntamiento de Alicante y a la Generalitat, que es de quien depende la financiación de estas obras incluidas dentro del Plan Confianza. El parón supone dejar en dique seco una infraestructura prácticamente terminada que ya debería estar en funcionamiento. Sin embargo, en el mejor de los casos y siempre que el la administración autonómica pague, no podrá estar operativo al menos hasta el próximo curso.

Las obras se encuentran muy avanzadas y a escasos dos meses de poder estar terminadas. Sin embargo, la empresa se ha visto obligada a paralizar los trabajos al no haber cobrado ni una sola de las facturas del año pasado. Así lo advirtió la mercantil -Ortiz Construcciones y Proyecto- en un escrito fechado el 28 de diciembre, pero con fecha de entrada en el Ayuntamiento del 5 de enero. En ese ultimátum, la adjudicataria daba un mes de plazo para cobrar antes de parar las obras. Una medida que adoptó la semana pasada, días después de que el Ayuntamiento de Alicante prorrogara a hasta junio el plazo para finalizar el proyecto. La paralización de los trabajos podría acarrear a la administración autonómica un mayor coste por los gastos extra que supondrá para la mercantil tanto la suspensión de la actividad como, en su caso, la reanudación de las obras cuando cobre lo que la Generalitat le adeuda.

Desde la Concejalía de Vivienda, que dirige la propia alcaldesa, han iniciado las gestiones con la Conselleria de Educación que, según afirman fuentes municipales, se comprometió a tramitar el prontopago de las facturas pendientes del proyecto con la Conselleria de Hacienda. No obstante, el dinero sigue sin llegar y la empresa se ha visto abocada a paralizar los trabajos.

La mercantil sostiene que no ha cobrado ni una sola de las facturas y certificaciones del año 2011, que ascienden a 981.346 euros. Se trata de dos terceras partes de lo que tendría que haber ingresado desde que las obras arrancaron a finales de agosto de 2010. Es decir, que únicamente ha recibido en torno a 500.000 euros correspondientes a 2010.

Las dependencias educativas acumulan muchos años de retraso y aún hoy sigue sin conocerse cuando comenzarán a funcionar para poder reunir a los alumnos que ahora se reparten en dos anticuados edificios del Casco Antiguo y se ven obligados a salir a las plazas del barrio a la hora del recreo. Aunque este centro viene prometiéndose desde el año 2002, las obras no se adjudicaron hasta junio de 2010 por 2,8 millones de euros a financiar por la Generalitat y arrancaron oficialmente en agosto de ese año. El plazo inicial para terminarlas era de un año, con lo que los alumnos deberían haber comenzado el curso 2011-2012 en las nuevas instalaciones. Sin embargo, el hallazgo de unos restos arqueológicos de gran valor obligó a modificar el proyecto y a aplazar su finalización.

El 31 de enero de 2012 se fijó como fecha límite para que estuvieran terminadas las obras. Sin embargo, ante los impagos del Consell, la mercantil solicitó un tercer aplazamiento de la fecha de terminación de las obras al 30 de junio de 2012, que le fue concedido por acuerdo de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Alicante a finales de enero.