El relato de Inmaculada es espeluznante. Según esta mujer, de 30 años, un hombre con la cara tapada con "una especie de gorro" la golpeó cuando ella le abrió la puerta. "Me ha tirado al suelo y me ha dado un golpe", contaba a su marido entre sollozos desde el Hospital General de Alicante donde fue atendida, tal y como pudo escuchar este diario a través del manos libres del teléfono móvil del hombre. La víctima fue curada de las magulladuras que presentaba ya que no resultó afectada por el humo del incendio.

Antonio González, marido de Inmaculada, le preguntó directamente si el que entró era su hermano, de quien sospecha con muy pocas dudas. "No, no era tu hermano", le contestó ella, "pero me dijo que esto me pasaba por hacerle daño a él", añadió la víctima. Según la víctima, el presunto agresor utilizó para referirse a su cuñado el apodo por el que se le conoce aunque su participación en estos hechos no ha quedado corroborada por los investigadores.

La mujer relató ayer que no sabe con qué objeto punzante le hizo cortes en la cara y en el cuello, de carácter superficial, además de golpearla. De hecho, la atención médica que precisó no fue causada por el humo o el fuego, sino por la lesiones que presentaba. Inmaculada, que vive de alquiler junto a Antonio y sus cinco hijos, en esta vivienda desde hace dos años, relató que el hombre la ató de pies y manos y que luego se dirigió hacia la cocina.

Es en ese momento cuando aprovechó para arrastrarse hasta el dormitorio de los críos, que estaban en una cuna, y protegerlos. Cuando estaba con ellos, escuchó un portazo. Ahí es cuando creyó que él se había ido y cuando percibió el primer síntoma del fuego: un olor a humo cada vez más penetrante. Entonces ella misma llamó al 112.