El president de la Generalitat, Alberto Fabra, ha asegurado que las conversaciones escuchadas durante el denominado "juicio de los trajes" del caso Gürtel entre el expresident Francisco Camps y uno de los dirigentes de la trama, Álvaro Pérez "el Bigotes", le han provocado "mucha vergüenza".

Así lo ha admitido en una entrevista en la Cadena Ser, en la que el jefe del Ejecutivo valenciano ha asegurado que no ha sido "agradable" escuchar esos diálogos, ni para los propios protagonistas y ha incidido en que cuando "conversaciones privadas se hacen públicas, luego son difíciles de mantener".

Fabra ha asegurado que Francisco Camps, tras ser declarado inocente en ese juicio, es "un activo" y no una rémora porque "ha conseguido que en momentos de buena coyuntura económica, la Comunitat haya sido respetada y en casos, envidiada", y ha asegurado que el expresident tiene "mucho que aportar" en el futuro.

El jefe del Consell ha asegurado que le ha transmitido a Camps sus felicitaciones por haber sido absuelto y ha recordado que tanto él como el exsecretario regional del PP Ricardo Costa, también imputado y absuelto en esa causa, "han sufrido mucho".

"La vida sigue, hay que hacer que el pasado pase página y mirar hacia el futuro y en éste futuro, Paco -Camps- tiene mucho que aportar", ha asegurado Fabra.

Preguntado por una posible financiación ilegal en el Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Fabra lo ha negado y ha asegurado que se demostrará.

"Es un proceso que se iniciará en breve y se podrá demostrar la inocencia. Las cuentas están auditadas y tenemos la tranquilidad de que no hay nada", ha afirmado y ha agregado que es momento de "empezar a borrar y limpiar una situación que nos afecta mucho".

En opinión de Fabra, "hay que evitar" en un futuro la "convivencia" del poder político con personas como los dirigentes de la trama Gürtel, aunque ha asegurado que "a veces no es fácil hacerlo".

"Todos somos conscientes de que hay personajes que buscan acercarse y dentro de la administración hay personas susceptibles a tenderles la mano", ha explicado.

Para Fabra, es necesario "buscar fórmulas y poner los sensores alerta para que esto no pase, por el bien y la credibilidad de los políticos", ya que estas relaciones "no respetan ni a personas ni a colores políticos".