Ya hay fecha para llevar a cabo las primeras exhumaciones de fosas en la provincia para intentar arrojar luz en el caso de los bebés robados. El fiscal encargado de investigar las presuntas sustracciones de niños al nacer en la provincia de Alicante, Carlos Ferreirós, abrirá cinco tumbas en el cementerio de Alicante el próximo 31 de enero, según fuentes judiciales, unas diligencias que se practicarán junto a familiares denunciantes del robo de sus hijos en el Hospital General de Alicante. Se trata de las primeras exhumaciones que se llevarán a cabo en toda la Comunidad Valenciana en el marco de las investigaciones por los supuestos robos de bebés en los hospitales del territorio autonómico.

Un forense encargado de recoger los restos para trasladarlos al Instituto Nacional de Toxicología donde se extraerá el ADN para cotejarlo posteriormente con el de los familiares más directos, así como personal del cementerio, acompañarán al fiscal para ayudar en la apertura de fosas, que previamente han sido localizadas con la ayuda de los familiares y del personal del camposanto municipal alicantino.

El fiscal designado para esta investigación en la provincia, que indaga estos casos a partir de las denuncias presentadas por la Asociación de Afectados por las Adopciones Irregulares (Anadir) que están vinculadas a los hospitales alicantinos, realizará la exhumación de tumbas correspondientes a cinco familias que denunciaron el robo de sus hijos al nacer en los años 1962, 1972, 1973, 1976 y 1980. Entre ellos figura el caso de la hermana melliza de la portavoz de la asociación de Anadir en la provincia, María José Picó, quien ayer se mostró satisfecha con la decisión tomada por el fiscal. "La exhumación de fosas cumple la finalidad que buscamos porque es la única prueba que puede haber, porque conseguir papeles en los registros es imposible", indicó ayer a preguntas de este diario. María José Picó también destacó que es consciente de las dificultades para localizar los restos después de tanto tiempo en bebés tan pequeños, si bien añadió que en su caso su melliza está enterrada en una caja de madera, en una zona superficial de la fosa y por tanto fácil de localizar. Otro de los casos que aparentemente es más fácil de abordar es el del bebé de Laura, una mujer que llevó su denuncia a la Fiscalía hace dos meses y cuyo hijo fue enterrado en 1980. Al ser el caso más reciente y estar el niño en el interior de un ataúd hay más probabilidades para hallar restos mortales.

Los mayores problemas para localizar los restos de los bebés radican en el tiempo que llevan enterrados, ya que las fosas comunes están bajo tierra y sólo la humedad ya supone una importante erosión de las tumbas, más aún cuando algunas de éstas son simples cajas de cartón. Aunque en Valencia la Fiscalía también tiene previsto realizar varias exhumaciones, parece que las de Alicante serán las primeras en llevarse a cabo en toda la Comunidad Valenciana. En Alicante, también está prevista la exhumación de fosas en Alcoy, pero la decisión del fiscal y la fecha dependerán de los resultados que se obtengan en la apertura del día 31 en el camposanto alicantino.

Casi 500 bebés fallecidos

La portavoz de Anadir en Alicante destacó ayer que sólo de marzo a diciembre del año 1962 se contabilizan un total de 483 bebés enterrados en el cementerio de Alicante, según los datos a los que ha tenido acceso esta afectada por el presunto robo de su hermana melliza al nacer.