Los impagos del Consell empiezan a colapsar el funcionamiento de los institutos de Secundaria en la provincia, a los que no ha enviado ni un euro desde hace ya nueve meses, prácticamente el montante de todo un curso escolar. Los aproximadamente 10 millones de euros que la Conselleria de Educación ha dejado de pagar al conjunto de los 138 institutos de la provincia desde abril de 2011, incluyen una media de 2.000 euros al mes por centro sólo para los gastos de luz, circunstancia que provocó ayer el primer corte de suministro eléctrico por impagos en la Comunidad y dejó sin clase a los estudiantes de ESO y Bachillerato del turno de la mañana del Instituto Jorge Juan de Alicante, el más antiguo de la provincia.

Pese a que hace ya una semana que Iberdrola advirtió -a instancias de la comercializadora Nexus Energía- del corte de luz en el centro, y de que la propia consellera María José Catalá salió al paso afirmando que eso no iba a suceder y que en ningún centro educativo se cortaría la luz, a las once de la noche del lunes día 16, una vez que terminaron las clases en el Jorge Juan, se interrumpió el fluido eléctrico.

Cuando ayer, a las 8 de la mañana, llegaron a las puertas del centro los más de 500 alumnos del turno de mañana, encontraron las puertas cerradas y durante un cuarto de hora permanecieron a la intemperie sin poder pasar. "Se corrió la voz de que no había luz por una avería pero todos sospechábamos que la habían cortado porque ya habían avisado la semana pasada", señalaron diversos alumnos como Joan Gil, de tercero de ESO y Ana Martín de segundo de Bachillerato.

Alumnos al mando

Las clases se reanudaron desde las 9 a las 11 de la mañana pero para entonces ya era un clamor que la falta de fondos en el centro por no pagar el Consell los gastos de funcionamiento les habían dejado sin luz. Como desde la dirección del centro se insistía en que se trataba de una avería -pese a que ya un técnico de Nexus había descartado in situ tal extremo y que desde la propia Conselleria de Educación se admitía el corte de luz, aunque se achacó a "un error"- la indignación del alumnado subió de tono y les llevó a protagonizar una sentada en el patio a los gritos de "Manos arriba, esto es un atraco. Menos corrupción, más educación".

Los mayores de edad, en los bachilleratos, se negaron a volver a clase y concentrados en el hall corearon consignas contra los recortes: "¡Queremos luz!", voceaban. Noelia de la Flor, Valkiria Guerrero, Vanesa Martínez y Jorge Luis Curés relataron el cúmulo de deficiencias que arrastra el centro: persianas que no suben, ventanas que no cierran, techos desconchados por la humedad, calefacción solo hasta las 11.00 h. por la falta de dinero, baja docentes sin cubrir, "y nos han dicho que tenemos que pagar los folios de los exámenes, una vergüenza, no se dan bien las clases con frío".

También los profesores reconocieron que no pudieron dar clase con normalidad, como Julián Jiménez, de Geografía e Historia, quien ironizó con impartir "Historia de los recortes" en lugar de abordar El Imperialismo, que era lo que tocaba: "Como docente me niego a dar clase a mis alumnos en estas condiciones. No podemos más", arengó.

Ultimátum de los directores y Castedo

A las cuatro de la tarde se restablecía la luz en el centro. A sus instalaciones se acercaron el jefe de Educación, Jorge Cabo, los ediles socialistas Martín, Moreno y Parodi -quienes criticaron que nadie del PP diera la cara- y la delegada de CC OO por la Junta provincial docente, María Amat. Los directores de instituto advierten de la situación "extrema" y emplazan al pago antes del día 24; y la alcaldesa Castedo insta al Consell a "priorizar" en educación. La que no llegó ni a la UA, según lo previsto, fue la consellera Catalá. Avisó en el último momento de "imprevistos".