El Plan Confianza, el paquete de medidas anticrisis en que se empeñó el expresidente Francisco Camps para contraprogramar electoralmente al Plan E de Zapatero, y que se nutrió del recurso al endeudamiento, está siendo un lastre de las cuentas autonómicas. Tanto es así que, según reconocen fuentes de varios departamentos, la Generalitat habría prácticamente cumplido con el plan de ajuste que presentó en julio pasado y que preveía un ahorro de 680 millones de no incorporar al presupuesto los compromisos del plan estrella de Camps, que cargan los capítulos de inversión y transferencias de capital.

Los últimos datos de ejecución del presupuesto de 2011 muestran un dato sorprendente. El conseller de Hacienda, José Manuel Vela, ha logrado reducir todos los capítulos de gasto respecto a la misma fecha de 2010, excepto dos, el del pago de intereses de la deuda, una consecuencia de la crisis, y el de inversiones, que se incrementa un 24%, al pasar de 524 a 652 millones ejecutados. Las cifras al cierre del año aún no son públicas pero la variación podría ser mayor.

El aumento no es coherente con la grave crisis financiera de la Generalitat que, no en balde, ha aplicado un fuerte recorte inversor en 2012 para intentar mantener la prestación de servicios básicos. La explicación es la "herencia" de Camps del Plan Confianza. Y eso que no se ha ejecutado en buena medida. De hecho, la dotación para inversiones que aprobó el Consell para 2011 era de sólo 664 millones, pero se modificó para incorporar compromisos, sobre todo del Plan Confianza, en 540 millones, hasta sumar un presupuesto definitivo de 1.204 millones.

Algo similar ocurre con las transferencias de capital. El presupuesto aprobado por las Cortes consignó 1.266 millones, que se han incrementado en 151 hasta sumar 1.417 millones. Este capítulo, no obstante, ha caído respecto a 2010 un 18%, al pasar de 1.311 a 1.071 millones. El descenso, sin el Plan Confianza, habría sido sensiblemente mayor.

En el Ejecutivo se estima en 400 millones el gasto añadido que supone el Plan Confianza. Unos fondos que, de no haber tenido que desembolsarse, permitirían al Consell ofrecer mejores datos de cumplimiento de los ajustes y, en consecuencia, de las cifras de déficit. A 30 de noviembre, el ahorro en los gastos no financieros fue de 554 millones, aunque sin reconocer tres meses de farmacia, lo que deja la reducción efectiva en 250 millones. De sumarse los 400 citados, la cifra superaría los 700 millones al finalizar el ejercicio.

Cuestionan la iniciativa del expresidente

Dirigentes populares descargan en privado sus críticas hacia el Plan Confianza para paliar la crisis, que arrancó en 2009 pero se ha prorrogado hasta el 30 de abril de 2013 al no haberse ejecutado los créditos al ritmo anunciado. De este modo, los compromisos han ido pasando de un año a otro, incorporándose, mediante modificaciones presupuestarias. Hay coincidencia en que el plan ha servido "para hacer rotondas" y no para ayudar a salir de la crisis. De este modo, se considera que se han perdido recursos que ahora vendrían muy bien. j. g. g.