Francisco Camps está leyendo sobre la traición de los amigos y el linchamiento de las víctimas y ha querido que todo el mundo lo sepa. El expresidente de la Generalitat ha acudido esta mañana con el libro 'La ruta antigua de los hombres perversos' al Tribunal Superior de Justicia donde se le juzga por haber aceptado presuntamente varias prendas de vestir de la trama Gürtel.

La elección no es casual. El ensayo, del francés René Girard, se vale del personaje del santo Job, quien según la Biblia tras perderlo todo fue repudiado por los suyos y abandonado por el propio Dios, para desarrollar la teoría de la perversión de las sociedades modernas, que utilizan la búsqueda de la verdad para el linchamiento público de las víctimas elegidas.

Girard considera que Job fue el "chivo expiatorio" de su comunidad y que éste, según se indica en la contraportada del libro de Anagrama, debe tomar el camino de Edipo de la ruta antigua de los hombres perversos que conduce a la muerte sacrificial, negándose a entrar en el juego de sus verdugos.

Mucho se ha escrito sobre la figura de mártir que Francisco Camps tiene sobre sí mismo y de cómo renunció a la presidencia de Generalitat cuando Mariano Rajoy le dio a elegir entre eso o la deshonra. No parece nada casual la elección literaria del expresidente de esta mañana.

Desde que ha comenzado la vista, a las 10.00 horas, no ha dejado de leerlo y de mostrarle algunos pasajes a su letrado, Javier Boix, quien le asentía y le mostraba una sonrisa.

La lectura del libro -Costa por su parte lee un periódico- se produce durante la sesión del juicio en la que el ministerio público continua con la exhibición al jurado de varios documentos relacionados con los acusados.

El fiscal también ha solicitado la lectura de las sentencias condenatorias para las otras dos personas acusadas inicialmente en esta causa: el exjefe de gabinete de la Conselleria de Turisme, Rafael Betoret; y el ex vicepresidente del Consell Víctor Campos.