El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Alicante, Juan Seva, anunció ayer la decisión del equipo de gobierno del PP de suprimir la paga de productividad, una de las tres extras que cobran los funcionarios. Esta medida reportará a las arcas municipales un ahorro que ronda los 4,5 millones de euros. Esta cantidad es la que había reclamado el concejal de Atención Urbana, Andrés Llorens, en un escrito dramático, para poder garantizar los servicios básicos de la ciudad, entre ellos la limpieza y recogida de basura, y evitar "riesgos evidentes para la integridad o salud de las personas". La supresión de la paga ha caído como una bomba y ha sembrado de indignación las dependencias municipales. Los sindicatos ya anuncian movilizaciones y protestas.

El edil presentó el presupuesto municipal para este año, que asciende a 232 millones de euros, con un descenso de 28 millones con respecto al de 2010, que fue el último aprobado por el Ayuntamiento, ya que el año pasado se funcionó con el presupuesto prorrogado. Esta reducción, que representa casi un 11% con respecto a los 260 millones de 2010, ha provocado recortes en numerosas partidas y gastos municipales que han sido justificados por el PP con constantes referencias a la gravedad de la situación económica, que la propia alcaldesa, Sonia Castedo, califica de "dramática" y "sin precedente alguno" en su escrito explicativo de las cuentas municipales de 2012.

Uno de los más importantes recortes, y sin duda el de mayor repercusión, es el que afecta al bolsillo de los alrededor de 2.000 funcionarios municipales, ya que van a cobrar en total este año 81,1 millones de euros, lo que supone casi 12 millones de euros menos que en 2011. La reducción de los sueldos "abarca todos los conceptos retributivos", como señala el interventor del Ayuntamiento en su informe, pero tiene una especial relevancia en la productividad, que se recoge en una paga extra que se viene cobrando en noviembre. Esta paga se suprime por completo, con lo que los funcionarios pierden una paga de las 15 anuales que tenían.

La decisión municipal de eliminar esta paga es consecuencia del dramático escrito que el edil de Atención Urbana, Andrés Llorens, remitió a su colega Juan Seva, en el que advierte de la "imposibilidad" de poder atender a los servicios básicos de la ciudad con los 57 millones de euros que se asignan para esta concejalía en 2012, y recalca que la cantidad mínima que precisa es de 61 millones. En su patético escrito al edil de Hacienda, Llorens advierte que sin esos 61 millones no se podrían atender debidamente "actuaciones imprescindibles como limpieza viaria, recogida de residuos y limpieza de colegios", ni pagar suministros obligatorios como "combustible para vehículos y colegios, agua, energía eléctrica y alumbrado público", ni llevar a cabo "la vigilancia de colegios y mantenimiento de mobiliario urbano", ni "la renovación de aceras y calzadas que por su estado constituyan un peligro para los viandantes". A tal dramatismo llega el edil del PP que asegura que ni siquiera se podrán producir "enterramientos", recalcando en su escrito que en estos momentos sólo hay espacio para enterrar hasta finales de este año.

La reacción de Juan Seva ha sido ordenar a su jefa de personal, también por escrito, que proceda a otro recorte más en la nomina de los funcionarios, suprimiendo la paga de productividad, "todo ello con el fin de evitar riesgos evidentes para la integridad o salud de las personas derivadas de la imposibilidad del área de Atención Urbana de poder confeccionar el presupuesto", añade Seva en referencia a la petición de Llorens.

Ayer, Juan Seva dijo que la eliminación de la paga "no es del agrado del equipo de gobierno, pero es el único presupuesto posible para asegurar las nóminas de los funcionarios y evitar despidos". También se reduce la masa salarial en un 5% a todos los funcionarios, se eliminan distintas gratificaciones y se amortizan las 50 plazas para distintos trabajos municipales que hay vacantes.

La subida del IBI sigue siendo una incógnita

los ingresos por el impuesto de bienes inmuebles (IBI) será una de las pocas partidas que se incrementan en 2012 del presupuesto municipal, pero la recaudación prevista por el incremento acordado por el gobierno de Mariano Rajoy no se incluye porque, ante la sorpresa de los asistentes a la rueda de prensa, el edil de Hacienda aseguró que "todavía la desconocemos". Juan Seva se limitó a señalar que por impuestos directos los alicantinos pagarán a las arcas municipales 121 millones, lo que representa ocho millones más que en 2010. Gran parte de esta cantidad, exactamente 83 millones, corresponde al IBI, cuyos ingresos en 2012 se incrementarán en más de cinco millones por la incorporación al padrón del impuesto de 15.355 nuevos inmuebles. A esta subida hay que añadir la aún no computada del incremento decidido por el Gobierno central.

Otra medida de ahorro destacada del presupuesto es la eliminación del Patronato Municipal de Deportes, que pasará a ser concejalía.

Otras reducciones, de las que ya se ha informado, son la del transporte público, con la subida de tarifas, y el 20 por ciento de las contratas de basura, limpieza de colegios y zonas verdes. REDACCIÓN