¿Puede comprometerse, de verdad, a que los ajustes aprobados sólo serán por dos años?

Sí. Las medidas aprobadas en el pleno del Consell son de carácter transitorio. Están pensadas para una situación excepcional. No todas, pero las que afectan al personal funcionario, sí.

¿Cuáles serán las definitivas?

Entendemos que algunas lo deben ser, como racionalizar e introducir mejoras de eficiencia en Sanidad. Esas medidas no pueden ser provisionales.

¿Habrá más recortes en Sanidad y Educación?

En principio no hay sobre la mesa más medidas que las que acabamos de aprobar.

¿Contratarán a más interinos?

No se van a despedir. Hemos pedido sacrificio a más gente porque había que optar entre el sacrificio de todos o despidos masivos y hemos decidido repartirlo.

¿Aumentará la ratio por aula en los centros escolares?

En absoluto. Hay que tener en cuenta que las medidas de reducción de horarios no afectan ni a Educación ni a Sanidad, sólo a la Administración General.

¿Cerrarán servicios en la sanidad pública?

Ninguno.

¿En qué situación quedan los servicios sociales con estos recortes?

No hay ninguna medida que les afecte si entendemos como tales los referentes a la dependencia y demás.

¿Habrá más ajustes que repercutan en los funcionarios y demás trabajadores?

En principio no tenemos sobre la mesa ningún nuevo paquete de medidas de carácter general. Ahora bien, el proceso es continuo y tenemos que ir introduciendo medidas de ajuste y de control, pero van a ser muy sectoriales o parciales. Por ejemplo, en este paquete no entraba la reestructuración de la Televisión Valenciana, pero estamos tramitando una ley para ir a un nuevo modelo.

¿Lo harán porque es un saco sin fondo?

Porque en esta situación actual de tensiones de tesorería y dificultades de liquidez, tenemos que tomar medidas.

¿La Comunidad Valenciana está en quiebra?

No. Está pasando una situación muy complicada que requiere de medidas excepcionales, pero en absoluto está en quiebra.

¿E intervenida?

Tampoco.

A Madrid le dice Bruselas lo que tiene que hacer. Y a Valencia, ¿se lo dice Madrid?

La Comunidad Valenciana toma nota de lo que dice Bruselas para España y para el conjunto de las autonomías. No encontramos otro camino para salir de esta situación que haciendo todos los ajustes que sean necesarios.

¿Cómo va a pagar la Generalitat los 4.000 millones de euros de vencimientos de deuda a los que debe hacer frente en 2012 si hace unos días no pudo abonar a tiempo 123 millones de un crédito?

La Generalitat está planificando hacer frente a todas sus obligaciones, entre ellas la deuda. Ha habido años en los que se ha hecho frente a cantidades mayores.

Pero en la situación actual, con la deuda disparada, sin prácticamente liquidez y con dificultades para obtener financiación, ¿por dónde pasa la solución?

Creo que por tomar las medidas que hemos tomado. En segundo lugar, por un sistema de financiación autonómico más justo. Gran parte del problema viene porque hemos sido discriminados por el Gobierno central anterior en materia de financiación. Somos junto a Murcia las comunidades peor financiadas del Estado. Vamos a seguir reclamando una financiación más justa. No queremos ser los que más, pero tampoco los que menos. Queremos lo que nos corresponde.

¿Significa eso que reclamarán al nuevo Gobierno la deuda histórica, cifrada en 7.300 millones de euros, que mantiene con esta Comunidad?

Vamos a reclamar un sistema de financiación autonómico más justo. En cuanto a la deuda histórica, no vamos a renunciar a ella, pero somos conscientes de las dificultades que entrañaría para el Estado español tener que hacer frente a ella porque también está en una situación de déficit público importante. No renunciamos, pero no vamos a estar reclamando algo que sabemos que en estos momentos es inviable.

¿Propondrá una quita de la deuda con los proveedores para poder pagarles?

No es algo que tengamos en mente en estos momentos. Nuestra intención con los proveedores es normalizar el sistema de pagos para que deje de ser un problema cómo es hoy y hacer frente a la totalidad de la deuda.

El sector farmacéutico ha sido el más reivindicativo, ¿Les pagarán a tiempo el próximo plazo?

Espero que sí. Quiero destacar que una de las medidas tomadas incide en que las farmacias puedan recibir un prontopago de 150.000 euros con independencia de cuál sea su facturación. Queremos negociar un nuevo modelo con el sector para que nos den más plazo para el pago diferido y que los primeros 150.000 euros de cada farmacia se paguen pronto.

¿Cómo es posible que apenas unas semanas después de aprobarse los presupuestos para 2012 se aplique un recorte de 1.000 millones de euros?

Cuando en julio aprobamos un primer plan de ahorro por 700 millones ya dijimos que es un proceso continuo. Si tuviésemos que esperar para aprobar los presupuestos hasta que tuviéramos todos los ajustes hechos, seguramente ni en el 2012, ni en el 2013, ni en el 2014 los tendríamos. Ya avisamos durante la tramitación de que seguiríamos aplicando medidas de control del déficit y del gasto.

El conseller de Hacienda, José Manuel Vela, ha sido el responsable de los presupuestos autonómicos en los últimos años, ¿por qué no se previó la situación para reflejarla en las cuentas autonómicas?

Cuando metimos los presupuestos en las Cortes en el mes de noviembre no teníamos las cosas tan definidas como ahora para poder hacer este nuevo plan. Se están produciendo situaciones de tesorería que no sólo no podemos controlar nosotros, porque dependen de mercados financieros exteriores, sino que tampoco puede hacerlo el Gobierno de la nación. La gente tiene que entender que no todo lo que está pasando depende de nosotros. Lo que hoy es una realidad, mañana puede no serlo.

¿Se refiere al fracaso de la última emisión de deuda por la falta de confianza de los mercados financieros en la Comunidad?

Lo que digo es que las medidas aprobadas, además de estabilizar nuestra situación financiera y presupuestaria, van a servir, esperemos, para dar confianza a los mercados financieros.

¿Se ha planteado pedir al Gobierno que les avale en la emisión de deuda con hispanobonos?

Hasta la fecha no hemos pedido ningún aval. Otra cosa es que el Estado decida un sistema de hispanobonos en el que nosotros entraríamos. Estamos encontrando una sensibilidad mucho mayor en el nuevo Gobierno. En el poco tiempo que lleva nos ha ayudado más que en los ocho años del gobierno socialista. Estamos convencidos de que el Ejecutivo central habilitará un sistema para la refinanciación de la deuda de todas las comunidades autónomas. Lo que creemos y es de sentido común es que deben arbitrarse mecanismos para corregir estos problemas en todas las comunidades.

¿Calificaría de crítica la situación económica de la Comunidad Valenciana?

La calificaría de muy difícil. Con la convicción de que con todo lo que estamos haciendo vamos a salir airosos.

Si la Generalitat fuera una empresa, ¿en qué situación estaría?

En una situación económica muy complicada, pero no de quiebra ni de suspensión de pagos. Una situación difícil en la que tiene que adelgazar para seguir siendo viable.

¿Se ha planteado devolver competencias al Estado?

No, pero el sistema actual de la administración pública en general tiene que ser revisado para evitar duplicidades. Confiamos en que desde el Estado se haga ese trabajo de estudiar y revisar las competencias y las funciones de cada administración: la estatal, la autonómica, la provincial y la local. Lo que vamos a hacer en la Comunidad es estudiar todas las duplicidades a nivel de administraciones locales, diputaciones y Generalitat para corregir, dentro de nuestras competencias, esas duplicidades. Pero se tiene que hacer una labor mayor por el Estado.

¿Qué será lo primero que corregirán?

Primero tenemos que hacer un análisis de detalle de las competencias de cada administración y, a partir de ahí, ver las duplicidades y establecer la mejor forma de prestación de servicios a los ciudadanos, evitando repeticiones.

¿Enviaría un mensaje de confianza a los ciudadanos?

Total y absoluto. Si no estuviésemos convencidos de que estas medidas sirven para salir de esta situación tan complicada, no las hubiéramos adoptado y nosotros mismos diríamos que no debemos estar aquí, que viniesen otros. No tiene sentido tomar estas medidas si no estamos plenamente convencidos de que van a dar sus frutos. Va a ser duro. Va a ser difícil. El camino es complicado, pero vamos a salir adelante y esta Comunidad va a volver a los niveles de hace unos años, sin ningún lugar a dudas.

¿Se marca algún plazo?

Sería arriesgado. Vamos a trabajar para que sea lo antes posible.

Al margen de los recortes, ¿van a tomar medidas para reactivar la economía?

Esta semana hemos visto la cara triste, pero en el próximo pleno del Consell tendremos la más amable. Vamos a aprobar un decreto-ley de fomento del emprendedurismo en el que vamos a rebajar los trámites para la apertura de empresas e irá acompañado de un financiación para 2012. Tenemos que crear empresas para que generen puestos de trabajo. Habrá un plan de empleo juvenil dotado con cien millones de euros en esta legislatura del que se van a beneficiar más de 15.000 jóvenes. Los presupuestos de 2012 ya contemplan 19,9 millones de euros para este tipo de medidas que posibilitarán contratos indefinidos para jóvenes, ayudas para crear su propia empresa y seguir con las becas para formación en empresas del exterior.

¿Los recortes anunciados son incompatibles con la generación de empleo?

Recortar en este sentido es incentivar el empleo porque nos dota de liquidez para poder apoyar esos planes y hacer frente a los pagos atrasados a proveedores. Si inyectamos liquidez en otros sectores reactivamos la economía.

¿Cómo se presenta 2012?

Un año difícil y complicado por la crisis, pero tengo la confianza de que marque, por fin, un punto definitivo de inflexión. Que a partir del tercer o cuarto trimestre empecemos a ver la luz. Es un cambio de época en la forma de gobernar España y, por fin, se está haciendo lo que se debería haber hecho desde hace tiempo y eso tiene que dar resultados.

¿Aunque conlleve malestar entre los ciudadanos?

Efectivamente. Somos conscientes de que tomamos medidas que no son del gusto o el agrado de todos pero sería peor si no las tomásemos porque no saldríamos de esta situación.