Poco a poco la antigua estación de Benalúa se va trasformando para albergar la futura sede de Casa Mediterráneo. Recientemente ha concluido la instalación de la cubierta de la nave central, sin duda la pieza más destacada del edificio. De un color azul intenso, la cubierta destaca sobre la piedra blanca de los muros y llama la atención, sobre todo por los juegos de luces que proyecta en el interior del inmueble.

Según explicó ayer el arquitecto Julián Jiménez, la cubierta "está construida en policarbonato azul". Debajo de la misma, "a modo de celosía, se ha instalado una estructura metálica de aros para que filtre la luz e impida que el sol entre de forma directa". En las naves laterales del inmueble "se ha reconstruido la cubierta antigua de tejas, aunque la nueva es de color azul, muy del estilo de esta zona del Mediterráneo". El nuevo tejado de la estación de Benalúa descansa sobre la marquesina de cerchas metálicas de fundición, una auténtica joya de los principios de la arquitectura industrial del siglo XIX, que fue restaurada en la primera fase de las obras. Esta marquesina fue diseñada por el equipo del célebre ingeniero francés Alexandre Gustave Eiffel y producida en una fundición de Bruselas.

Con la instalación de la cubierta azul concluye la segunda de las tres fases de las que consta la rehabilitación de la antigua estación de Benalúa. Con la última "se dotará al edificio de sus instalaciones y servicios y se recuperarán los forjados de la zona principal", explica Julián Jiménez. En esta fase también está prevista "la construcción de un pabellón semicubierto".

Posible retraso

Sin embargo, según explicó ayer la directora de Casa Mediterráneo, Yolanda Parrado, el final de las obras "sufrirá un pequeño retraso", debido al reciente cambio de Gobierno central. "Se están reestructurando todos los departamentos y espero que en dos meses saquen la convocatoria para la adjudicación de los trabajos de esta última fase", señala Parrado. Respecto a una posible paralización de las obras por el cambio de Ejecutivo y la crisis económica, la directora de Casa Mediterráneo asegura sentirse optimista. "La crisis es la misma que hace un mes y el proyecto está a mitad, sólo quedan por invertir 2,5 millones correspondientes a esta última fase". Además, Parrado recuerda que este inmueble "es para el Ministerio de Fomento", por lo que "no tendría ninguna justificación que el proyecto se paralizara en estos momentos".

Respecto al cambio de Gobierno, Yolanda Parrado asegura que apenas ha tenido oportunidad de hablar con el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. "Sólamente hemos abordado cuestiones organizativas sobre unas jornadas que vamos a desarrollar en Madrid". Respecto a las recientes declaraciones de García-Margallo, vinculando el futuro de Casa Mediterráneo a que "se le dote de contenido", Parrado también se muestra tranquila. "Al parecer el ministro habló de que la institución debería apostar por Argelia y las relaciones económicas entre ambos países, algo en lo que Casa Mediterráneo ya está trabajando en el último año".