Los dirigentes del PP que respaldaron a Luisa Pastor para derrocar a Joaquín Ripoll y auparla a la presidencia de la Diputación continúan pasándole la factura. Uno de los peones más importantes que se colocarán de inmediato en el tablero de juego de la Diputación será el de Ginés Lifante, exdiputado de Recursos Humanos durante la época de Julio de España y uno de los coordinadores de la última campaña electoral de Sonia Castedo. A lo largo de los últimos meses, Lifante, hombre de confianza de la alcaldesa de Alicante, se ocupó de la coordinación del grupo del PP en la Diputación y, en la última negociación para ampliar la ejecutiva popular con la llegada de Miguel Ortiz a la presidencia provincial del PP, Castedo le situó como secretario general adjunto, un puesto de nueva creación, de escaso contenido y a las órdenes de Mónica Lorente, número dos de Ortiz.

Ahora, sin embargo, Sonia Castedo le ha conseguido un puesto clave: será asesor de Luisa Pastor para la política de Personal, un cargo esencial en una institución que mueve centenares de contratos temporales cada año. Pastor quiere aprovechar la experiencia de Lifante para la negociación con los sindicatos. No se trata de un encargo menor. Durante el mandato de Ripoll, de hecho, la plaza tenía rango de gerencia y la ocupó el exconcejal José Antonio Rovira. No será la única incorporación que se producirá en las próximas semanas en el Palacio Provincial. Manuel Pérez Fenoll, otro que puso su granito de arena para sacar adelante la candidatura de Luisa Pastor, situará como asesor en la Diputación a Francisco Savall, sin cargo público desde los últimos comicios y que será encargado de Infraestructuras. Se espera, aunque no es oficial, que también entre en el "staff" el exdiputado José María García, afín al senador Julio de España.