El anterior redactor del Plan General de Alicante, Lluís Cantallops, admitió haber recibido presiones directas de la actual alcaldesa, Sonia Castedo, en dos aspectos del ordenamiento de la ciudad. Tanto el Plan Rabasa como otro proyecto en el Monnegre, una zona situada en los límites de Alicante con Mutxamel y Xixona, debían quedar fuera del Plan General. Ambos planes suman más de 30.000 viviendas, con cerca de 15.000 en cada uno. Cantallops era contrario a excluir del plan ambos sectores. Fue despedido en el año 2006.

Ayer Cantallops se mostró cauto en sus declaraciones y, a preguntas concretas de los periodistas sobre lo que él prefería llamarlos "desencuentros" con el Ayuntamiento, se remitió a lo ya publicado.

Cuando estallaron estos "desencuentros" el entonces alcalde de la ciudad, Luis Díaz Alperi, dedicó una larga lista de adjetivos al arquitecto catalán. "Cantallops no ha hecho más que chapuza sobre chapuza", aseguró en su día Alperi a lo que añadió que no le rescindía el contrato "porque le faltaba mucho por hacer y poco por cobrar". Ayer Cantallops en su declaración judicial aseguró que su revisión del Plan General estaba terminada. Así lo consideró también el técnico Miguel Ángel Cano, que también declaró como testigo. Cano vino a decir que Cantallops dejó terminado el PGOU, pero que desde el Ayuntamiento se optó por no tramitarlo, sin que él conociera las razones.

Hoy está previsto que declaren tres empleados de Ortiz.