Es lo que tienen las modas, que una cosa lleva a la otra. La depilación total de pubis va ganando adeptas entre las mujeres y de paso poniendo al descubierto, nunca mejor dicho, todo un canon de belleza aplicable a las zonas femeninas más íntimas: labios vaginales flácidos, un clítoris desproporcionado... Y como sucede con otras partes del cuerpo, muchas mujeres están dispuestas a cambiar a golpe de bisturí aquello que estéticamente desentona en su zona genital.

Según explican desde el Instituto Pérez de la Romana de Alicante, "en el último año han aumentado un 20% las consultas relacionadas con el rejuvenecimiento genital femenino". Vaginoplastia, labioplastia, vulvoplastia o clitoplastia son técnicas cada vez más solicitadas a los cirujanos. "Lo más común es el uso de grasa o ácido hialurónico que se infiltra en los labios mayores para que sean más turgentes y no queden flácidos", explica Carlos Tejerina presidente de la Sociedad Valenciana de Cirugía Plástica y Reparadora.

Mayores y jóvenes, quienes se someten a esta cirugía no son necesariamente mujeres de mediana edad. "Ahora las chicas están más delgadas, por lo que esa zona genital tiende a quedar más flácida". Sin embargo, no sólo la estética se esconde detrás de esta cirugía. "Hace muchos años que se hacen operaciones por hipertrofia en los labios menores, cuando estos adquieren un tamaño desproporcionado, lo que provoca molestias a la hora de mantener relaciones sexuales e incluso al llevar ropa interior", afirma Tejerina.

Más excepcional, aunque también en auge, es la clitoplastia. Y es que también el clítoris se ajusta a unos cánones. "El clítoris perfecto debe medir entre 4 y 10 milímetros", señala Federico Pérez de la Romana.El cirujano alicantino asegura que, frente a la estética, son razones de "comodidad" las que impulsan a las mujeres a entrar en quirófano para ser intervenidas de tan delicada zona. El clítoris "es una zona sensible a sufrir dos patologías: agrandamiento o abultamiento. Lo que puede provocar molestias cuando se viste ropa ajustada, así como riesgo de infecciones, baja de autoestima e incluso malestar durante las relaciones sexuales por hiper o hiposensibilidad en la zona".

El procedimiento, apunta Pérez de la Romana, "es sencillo y relativamente rápido". Durante la clitoplastia, que dura aproximadamente una hora, "se realiza una pequeña incisión curva en el capuchón del clítoris y se invagina hacia dentro hasta esconderlo".

Y sorprendentemente, aunque por motivos muy diferentes, los cirujanos todavía reciben en sus consultas "a pacientes que quieren que se les reconstruya el himen", explica Carlos Tejerina. "Devolver" la virginidad también es una técnica relativamente sencilla "para la que se usa un colgajo de la propia mucosa vaginal".

Pensárselo dos veces si es por pura estética

Pensárselo dos veces si los motivos son únicamente estéticos. Este es el consejo de los ginecólogos, para quienes "el resultado final de una operación de este tipo puede ser muy distinto a lo que se buscaba en un principio", explica Francisco Quereda, presidente de la Sociedad Valenciana de Obstetricia y Ginecología. Y es que una mala intervención "puede ocasionar una pérdida de sensibilidad, sobre todo en zonas como el clítoris o los labios menores".

Quereda recuerda que muchas mujeres pasan por quirófano para someterse a operaciones de este tipo por cuestiones de salud. "La cirugía del suelo pélvico está a la orden del día, para mujeres que, por ejemplo, han sufrido desgarros durante el parto y sienten molestias o sufren problemas de incontinencia". El responsable de la Sociedad Valenciana de Obstetricia y Ginecología recuerda que la sanidad pública "sí que atiende este tipo de operaciones, pero nunca si detrás de ellas sólo hay un planteamiento puramente estético". P.A.