Bajo los inocentes nombres de "pro mía" y "pro ana" se esconden en la red páginas web y perfiles de redes sociales en los que se fomenta la bulimia y la anorexia con peligrosos consejos sobre cómo perder peso y mensajes de aliento para tener un cuerpo cada vez más esquelético. Lejos de acciones como la emprendida por el Ministerio de Sanidad para tratar de cerrar algunas de estas páginas, los expertos aconsejan combatir estos peligros con las mismas herramientas, las nuevas tecnologías. Estos fueron algunos de los puntos que se debatieron en el encuentro "Salud 2.0: nuevas herramientas aplicadas a la medicina", organizado por la Agencia Valenciana de la Salud en el Colegio de Médicos.

"Cerrando una cuenta de internet lo único que consigues es que se abra otra. Una chica o un chico que buscan información sobre estos temas en la red la acabará encontrando", señala Miguel Ángel Máñez, coordinador de la Oficina 2.0 de la Agencia Valenciana de Salud. Para Máñez, "hay que conseguir que esas redes sociales no lleguen a personas sanas y eso se consigue educando al paciente y al médico". En este sentido, añade, "el médico debe conocer" el contenido de estos y otros portales de internet "para orientar a los pacientes y advertirles de las secuelas que una mala información les puede provocar". En la misma línea, Javier Blanquer, médico de Familia, señala que "más productivo que luchar contra estas páginas es crear un blog sobre alimentación sana y enseñar a los padres para que estén alerta". A su juicio, "si los profesionales de la salud no entramos en las redes sociales perdemos la oportunidad de utilizarlas de forma positiva".

Aunque en los últimos años el número de páginas y perfiles "proanorexia" y "probulimia" se ha incrementado un 450%, según el último informe español de la Agencia de Calidad de Internet (IQUA), "el número de afectadas por estas enfermedades que consulta estas páginas es bastante bajo", señala Francisco Traver, jefe de servicio de Salud Mental del Consorcio Hospitalario de Castellón. Para Traver "la red es libre o no lo es, el único límite es el delito". En este sentido "creo que es un error tratar de prohibir estos perfiles en las redes sociales porque en el fondo es darles más publicidad".

En el encuentro de ayer se habló de las posibilidades de las nuevas tecnologías aplicadas a la medicina, mediante la exposición de diferentes experiencias del uso de internet orientado a la mejora de la salud. Campañas de educación sanitaria, un trato inmediato con el paciente, la creación de comunidades de práctica entre profesionales o la detección de informaciones perniciosas.