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Nadie duda de que los presupuestos de la Generalitat para 2012, con la crisis azotando cada vez con más virulencia a la economía valenciana, se pueden convertir en los más restrictivos de las tres décadas de historia de la administración autonómica. Economía y Hacienda -los departamentos dirigidos por José Manuel Vela y Enrique Verdeguer- ya han tomado el mando de la elaboración de unas cuentas -a entregar en las Cortes en el plazo de un mes- que tendrán, con toda seguridad, un denominador común: la limitación del déficit y del recurso a la deuda en unas previones presupuestarias que podrían alcanzar un recorte de alrededor del 10% o incluso superior, de acuerdo con las primeras estimaciones que maneja el PP.

La intención del Gobierno de Alberto Fabra es presentar un presupuesto sobre la base de los ingresos reales para reducir al máximo, si es posible en su totalidad, el déficit que se pueda registrar al cierre del ejercicio. Eso deja a la Generalitat, de salida, en una situación muy complicada. El actual modelo de financiación autonómica mantiene a la Comunidad "a la cola" en los ingresos por habitante. El informe del comité de expertos designados por las Cortes, de hecho, cifraba en 3.400 millones de euros -unos 570.000 millones de las antiguas pesetas- el déficit de financiación de las competencias de la Comunidad entre 2002 y 2008, el periodo en el que rigió el modelo de financiación que impulsó, en su día, José María Aznar durante su segundo mandato al frente del Gobierno, en el que gozó de mayoría absoluta.

Con el nuevo sistema, las cosas tampoco han mejorado. Madrid entrega fondos al Consell por una cantidad inferior a los habitantes que, realmente, figuran en los censos de población. Cada vecino empadronado en la Comunidad recibe 187 euros menos que la media del Estado. Así las cosas, la Generalitat ya parte con una limitación de fondos que estrangula sus presupuestos. Con el grifo de los ingresos perdiendo presión, el Gobierno autonómico ha ido recurriendo, durante los últimos años, a las emisiones de deuda. Esa vía también va a quedar muy debilitada. Una administración asfixiada -la deuda bancaria, según el Banco de España, va camino de los 24.000 millones- y con dificultades para colocar sus emisiones no tiene demasiado margen para seguir por ese camino.

Así que sólo queda ajustarse, en la medida de lo posible, a los ingresos reales y evitar recurrir al endeudamiento. Entre rebajas y tijeretazos caminará el presupuesto de la Generalitat para 2012 que, casi con toda seguridad, registrará recortes en casi todos los departamentos, en una línea que ya se inició hace un año cuando se redujo, por ejemplo, la dotación de la conselleria de Infraestructuras. Fuentes del PP apuntaron que los recortes en las cuentas podrían superar los 1.500 millones, alrededor de un 10% del presupuesto. Aunque no se descarta que el porcentaje sea aún superior. Desde el PP apuntaron que la intención del conseller José Manuel Vela es tratar de poner orden en las cuentas de la Generalitat cortando por lo sano. "Hay que funcionar como un ama de casa. Gastando lo que se tiene", apuntaron fuentes populares. Por ejemplo y entre otras medidas aún en estudio, una de las partidas en las que el Consell aplicará la tijera, señalaron, será la del gasto farmacéutico. También están previstos recortes pactados en la asignación a las universidades. Y los ya anunciados en el capítulo de Personal con amortización de puestos de trabajo; y la supresión de liberados sindicales.

Aunque el grupo parlamentario del PP todavía no ha recibido ninguna directriz desde el Consell para afrontar el debate en las Cortes, lo cierto, sin embargo, es que los populares son conscientes de que se enfrentan a una de las "guerras de cifras" más complicadas desde que llegaron a la Generalitat en 1995. El PP tendrá que ajustar un nuevo discurso. Para cuando se aborden los presupuestos del Consell de 2012, la victoria de Mariano Rajoy que, salvo cataclismo, vaticinan todas las encuestas, será ya casi un hecho. A esas alturas, será muy difícil echarle la culpa a Zapatero.

Parlamento autonómico

Un trámite en las Cortes que se iniciará a finales de octubreEl conseller de Hacienda tiene, como fecha tope, el 30 de octubre para remitir a las Cortes el anteproyecto de presupuestos para 2012 e iniciar una larga tramitación parlamentaria de casi dos meses. Al hemiciclo autonómico, como es habitual, llegará el documento presupuestario junto a la ley de acompañamiento, la normativa que, en teoría, sirve para gestionar el reparto de los fondos presupuestarios pero que, sin embargo, en los últimos años se ha utilizado para modificar sin debate normativas ya aprobadas. A partir de ese punto, se abre un periodo para abordar, inicialmente, el debate a la totalidad de las cuentas; y, posteriormente, discutir una a una las miles de enmiendas parciales presentadas por los grupos. Todos caminarán en la dirección de modificar, en la medida de lo posible, los recortes, especialmente, en los departamentos de política social. La intención del PP, sin embargo, es mantenerse firme con un presupuesto austero. P. r. f.