El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, ha asegurado que a partir del próximo 21 de noviembre retirará el sueldo, los asesores, los coches oficiales y los teléfonos a todos aquellos diputados que han reconocido que no creen en la institución provincial.

Rus, quien se ha dirigido principalmente a los grupos de la oposición que ayer manifestaron durante el pleno de la Corporación provincial su posición favorable a eliminar las diputaciones, ha explicado que el día siguiente a las próximas elecciones generales retirará el "sueldo fijo" a todos ellos.

"No es que dejarán de cobrar sino que cobrarán cuando vayan a las comisiones" o a los plenos, ha explicado el también presidente provincial del PP en Valencia, quien ha insistido en que esta decisión no supone "una amenaza" sino que es una decisión que responde al "sentido común".

Aquellas personas que no creen en la institución en la que están, "por dignidad" debería renunciar a su sueldo y a otras cuestiones como los asesores, el teléfono móvil o el coche oficial, ha defendido y ha sostenido que cuando alguien toma posesión de su cargo sólo "por obligación" él no tiene "la obligación" de pagarles.

Ha destacado que las diputaciones "hacen una labor muy importante y los ayuntamientos pequeños están agradecidos", por lo que ha calificado de "barbaridad" e "indignante" las palabras de la oposición, aunque ha admitido que hay evitar "duplicar servicios" y transferir aquello que se pueda al Gobierno y a la Generalitat, siempre que "puedan asumir el pago".

Rus ha calculado que la retirada de sueldos y otras prerrogativas a la oposición supondrá un ahorro de alrededor de un millón de euros, "que serían para los ayuntamientos", que, ha garantizado, no verán afectadas sus subvenciones, con independencia de cual sea el signo político de su gobierno.

"Tengo que defender la institución por mi cargo y por todos los empleados que hay allí", ha manifestado y se ha mostrado convencido de que los funcionarios de la Diputación estarían "preocupados" después de oír que los tres grupos de la oposición afirmaran que "esto ya no vale para nada".

El presidente de la Diputación ha admitido que en el caso de que la oposición se retracte de sus declaraciones de aquí al próximo 21 de noviembre retirará su decisión, pero si "siguen igual, pues yo les diré a la calle", ha advertido.

"Yo no puedo tolerar que un señor esté en una institución en la que no quieren estar", ha manifestado y ha asegurado que si alguno de los diputados del PP le dijera que la Diputación "no sirve para nada" no le duraría "ni un minuto" y lo destituiría de forma inmediata.

Por otra parte, preguntado por las últimas informaciones sobre el caso Brugal que afectan a la alcaldesa de Alicante y diputada del PP en Les Corts, Sonia Castedo, ha asegurado que ella está "tranquila" y tiene "su versión" de lo sucedido en la que él cree.