Durante ocho años, los miembros del Consell apenas se atrevieron a pisar el Palacio Provincial. Sus visitas se pueden contar con los dedos de una mano. Era entonces el territorio de Joaquín Ripoll. Con Luisa Pastor al frente de la institución, la relación con Valencia ha cambiado. En apenas dos meses, los consellers han comenzado a llegar a la Diputación. Ayer le tocó el turno a Lola Johnson, consellera de Turismo, un departamento situado en el epicentro de la controversia durante el mandato de Francisco Camps en el Consell y de Ripoll en el Palacio Provincial. El encuentro entre Johnson y Luisa Pastor sirvió para sellar la paz e iniciar una nueva etapa de entendimiento que, a lo largo de los dos últimos mandatos, había sido imposible.

La primera muestra de colaboración entre la Agència Valenciana de Turisme y el Patronato de la Costa Blanca se escenificará durante la celebración, a finales de enero, de Fitur, uno de los principales eventos de promoción turística de la Comunidad. Hasta ahora, las tensiones políticas entre el campismo y Ripoll habían desembocado en una unión de conveniencia que difuminaba la unidad de la promoción turística en Fitur. La Costa Blanca montaba su "stand" dentro del pabellón de la Comunidad pero, en la práctica, cada uno hacía la guerra por su cuenta. Ahora toca otro discurso. Especialmente por la necesidad de todas las administraciones de aunar voluntades para tratar de reducir al máximo los costes en época de crisis. "Es necesario ir de la mano", aseguró Luisa Pastor tras su encuentro con la consellera de Turismo.

La Costa Blanca, apuntaron desde la Diputación, defenderá su marca en Fitur dentro de la oferta de la Comunidad con el objetivo de "obtener rendimientos económicos para el sector turístico, vender la marca y conseguir -reza el comunicado oficial de la Diputación- contratos con los tour operadores". "La colaboración y la optimización de recursos son los objetivos que tenemos que cumplir; que todo ese esfuerzo de unión y colaboración entre administraciones, siempre desde una perspectiva de austeridad económica, redunde en beneficio de los ciudadanos", señaló Pastor que ratificó el entendimiento de cara al certamen turístico madrileño. "Es importante que cada uno defienda su marca y tenga su protagonismo, pero no podemos ni debemos ir cada uno a nuestro aire. Nuestra responsabilidad es optimizar al máximo nuestros recursos sin disparar los costes", dijo Pastor.

En materia de Cultura -departamento también bajo mando de Johnson-, la Diputación pidió ayuda a la Generalitat para dar contenido al Auditorio Provincial con intercambio de servicios, espectáculos y recursos culturales. No hubo, sin embargo, ni una referencia a los 18 millones que Valencia adeuda de las obras.

Luisa Pastor rechaza reducir los sueldos a la oposición socialista

La presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, se desmarcó ayer de su homólogo de Valencia, Alfonso Rus, y descartó retirar los sueldos de la oposición socialista aunque, eso sí, les pidió que no introduzcan el debate sobre el futuro de las diputaciones en la campaña electoral. "Yo no lo haría pero espero que no utilicen la demagogia en vísperas electorales. No beneficiará para nada ni a la institución, ni sobre todo a la ciudadanía", aseveró. "En el fragor de la batalla se dicen muchas cosas", dijo Pastor. "Las cosas hay que hacerlas bien si queremos que llegue a buen puerto, si no las hacemos bien, seguiremos con este debate por los siglos de los siglos. Ese debate tan llano de diputaciones sí, diputaciones no, es un debate inmaduro, lo que hay que estudiar y debatir en profundidad", aseveró. redacción