Si no existiera la Oami habría que inventarla. Algo sí debió pensar ayer el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, José Enrique Garrigós, durante la lectura del informe que los técnicos de la institución han realizado sobre le impacto que produce en la economía de la ciudad, y de la provincia, la actividad de la Oficina de Armonización el Mercado Interior de la UE desde que abriera sus puertas en 1996. La presentación tuvo lugar en el salón de actos de la Cámara ante la presencia de los miembros del pleno de la institución y una selección de representantes del tejido económico de la ciudad.

Según el estudio, la Oami mantiene anualmente en Alicante un total de 1.728 puestos de trabajo entre directos e indirectos, genera una movimiento económico de 239,5 millones de euros al año y aporta al PIB provincial la friolera de 146,3 millones de euros. Un pellizco en relación a los alrededor de 35.000 millones de euros de PIB, pero vaya pellizco el producido por una sola empresa. No es de extrañar, entonces, que Garrigós no ocultara su satisfacción al presentar los datos y proclamara que "cualquier ciudad pagaría por tener la Oami". Y no le faltó razón tras analizar los espectaculares números de la que está considerada como la euroagencia más importante y rentable de la UE.

El informe de la Cámara de Comercio es rotundo al señalar que a cada euro de valor añadido directo que produce la oficina europea haya que añadirle 0,8 euros adicionales, que se generan a través del gasto corriente -funcionamiento diario-.

Partidas

El director de la Cámara, Carlos Mazón, expuso los principales resultados del estudio, subrayando que de los 146.3 millones de euros aportados al PIB, 80,7 millones son derivados del impacto directo (gasto corriente); 41,4 millones del indirecto (demanda de bienes y servicios necesarios complementarios a su funcionamiento) y 24,1 millones del inducido (traslado al consumo que posibilitan los salarios).

La Oami genera de forma directa 723 puestos de trabajo, aunque su impacto global es muy superior. Por cada puesto de trabajo directo se crean otros 1,39 indirectos. De acuerdo con este resultado, el informe del Gabinete de Estudios de la Cámara de Alicante reveló que hay un total de 1.728 empleos vinculados a la actividad de la euroagencia, lo que asegura, a su vez, el día a día de cientos de personas. Familiares y trabajadores al servicio de los empleados de la euroagencia.

El trabajo destaca, por otra parte, que los efectos indirectos de la actividad corriente de la euroagencia se localizan en aquellas empresas que suministran profesionales externos clave para el funcionamiento de la oficina. Traductores, informáticos, personal de seguridad, asesoría, publicistas o, por ejemplo, servicios de limpieza.

Por lo que respecta a la actividad inversora de la Oami, el informe de la Cámara de Comercio, primero que se ha realizado y hecho público en los 15 años de presencia en Alicante, subraya que los mayores efectos se observan en el sector de la construcción. El edificio se pagó con fondos propios, hubo una primera reforma en torno a los 20 millones de euros, pero que no llegó a completarse, y ahora llegará una gran inyección económica para el sector más castigado por la crisis. Los 72 millones anunciados ayer por por el presidente, Antonio Campinos, para ampliar la sede central en Agua Amarga.

Intangibles

Por otra parte y al margen de los datos puramente económicos, las conclusiones del Gabinete de Estudios de la Cámara, valoraron, especialmente, el que Alicante haya conseguido, gracias a la Oami, contar con una Escuela Europea, un Tribunal de Marcas, la realización de un Master en Propiedad Industrial e Intelectual de la Universidad de Alicante, la apertura de despachos profesionales y abogados especializados en la Propiedad Industrial. El estudio concluye en que la euroagencia también contribuyó a crear una nueva zona urbana en torno a Agua Amarga y la mejora progresiva del transporte y accesos viarios.

Creada en 1993, la Oficina de Armonización del Mercado Interior de Alicante registra y vela por la protección de la marca comunitaria desde 1996 y los dibujos y modelos desde 2003. Es una de las cinco agencias europeas que hay en España sin ánimo de lucro y autofinanciadas gracias a los ingresos por las tasas.

En los últimos ños ha duplicado su actividad mejorando su productividad un 60% y también su registro electrónico, pudiendo así rebajar el precio de sus tasas y los tiempos de tramitación. En estos momentos el registro electrónico representa el 84% de las solicitudes.

La sede central se compone de un edificio de 40.000 m2 distribuidos en nueve plantas (tres sótanos, planta baja y cinco plantas sobre rasante). Es de hormigón, piedra natural, acero y cristal y se inauguró en 1999.