Nuevo varapalo a Ikea. Si hace unos meses fue el Ministerio de Fomento el que se opuso a la instalación de la multinacional sueca en los terrenos de Rabasa por los problemas de tráfico que generaría, ahora lo hace la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). A diferencia de su informe del año 2007, este organismo entiende ahora que sí se garantiza la suficiente agua para abastecer al nuevo plan parcial -modificado para permitir la implantación del complejo comercial-, pero sigue sin dar el visto bueno a la actuación, debido a la existencia de una canalización de agua potable que atraviesa la parcela donde se contempla la instalación de Ikea.

Según el informe de la CHJ, en los planos del nuevo plan Rabasa se ha clasificado "incorrectamente" el suelo por el que discurre la canalización, puesto que se contempla como urbanizable y comercial cuando debería ser no urbanizable y de especial protección por tratarse de un terreno de dominio público que, como explica este organismo, no se puede ceder ni vender mientras siga prestando servicio. Para ello, insta al Ayuntamiento de Alicante a solicitar el inicio de un proceso que permita desafectar los terrenos para que dejen de ser de dominio público y pueda urbanizarse en ellos. Algo que, según afirman desde la Gerencia Municipal de Urbanismo, se hará de inmediato.

Las mismas fuentes aseguran que el plan urbanístico ya contempla un cambio de ubicación de la canalización de agua potable, cuya construcción correría a cargo del urbanizador, para que deje de discurrir por los terrenos comerciales y lo haga por otra zona. Eso permitiría desafectar el suelo por el que ahora pasa la infraestructura y poder adquirirlos para desarrollar la zona comercial.

Por ello, las mismas fuentes inciden en que el traslado de la canalización formará parte de los primeros trabajos de urbanización, ya que hasta que no se cambie la ubicación del conducto no se podría instalar Ikea. Se trata de unas obras que, según afirman, ya estaban contempladas dentro del plan parcial.

En cualquier caso, el informe desfavorable del Júcar supone un nuevo retraso a la tramitación del plan, pues obliga a desafectar los terrenos antes de emitir un nuevo informe con su preceptivo visto bueno al plan.

Cambio de postura

En cuanto a las necesidades de agua para el Plan Rabasa, que motivaron un proceso judicial ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) pendiente de resolverse, el Júcar señala ahora que sí están cubiertas. Si en 2007 emitió un informe en el que consideraba que el abastecimiento no estaba garantizado, ahora considera que sí lo está. Se basa en que la actuación urbanística se incluía en el estudio sobre demandas hídricas del futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) al que la CHJ ya dio su visto bueno en febrero de 2011. Como era de esperar después de que este organismo emitiera un informe favorable sobre el nuevo planeamiento y avalara la existencia de agua para los próximos 30 años, ahora el Júcar considera que "queda acreditada la disponibilidad de recursos hídricos para la actuación propuesta" en Rabasa.