El PP valenciano volvió a recuperar ayer su eterna reivindicación y exigió por enésima vez la llegada de más fondos estatales a la Comunidad. El jefe del Consell, Alberto Fabra, denunció en Madrid la "falta de inversiones" del Ejecutivo central en territorio valenciano y anunció que el déficit histórico con la Comunidad asciende hasta los 3.356 millones de euros. Y eso, sólo en materia de infraestructuras. Fabra se postuló en estos términos durante la apertura de una jornada de trabajo en la capital, a la que también asistió Esperanza Aguirre. Tanto uno como otra reiteraron la necesidad de que las dos autonomías "vayan de la mano" para conseguir solventar "la desigualdad" de trato que da el Gobierno central a ambas respecto a otras comunidades. "Hemos comprobado que muchas infraestructuras pasaban de largo, pero había un compromiso cierto entre las dos comunidades que hizo que, a pesar de no contar con esos ingresos, nos esforzáramos con nuestros recursos", apostilló Fabra.

Casi a la misma hora, pero a varios cientos de kilómetros de allí, sus compañeros del PP en las Cortes obraron de manera muy diferente. Conscientes de que el cambio en La Moncloa parece cantado tras el 20-M, el grupo popular se negó en rotundo, al menos de momento, a impulsar la reforma del Estatuto. La modificación de la carta magna autonómica prevé blindar las inversones del Gobierno en la Comunidad, incluyendo en ella una disposición adicional que vincula las inversiones en los Presupuestos Generales del Estado al peso de la población. Esa es la eterna crítica del Ejecutivo de Fabra: que el dinero que llega año a año a las arcas autonómicas no se corresponde con los cinco millones de ciudadanos que habitan en la Comunidad.

Sin embargo, el PP frenó ayer esa reforma. Presumiblemente, porque si Mariano Rajoy alcanza la presidencia del Gobierno, las exigencias de los populares valencianos cambiarán. No tanto en el fondo, pero sí en la forma. A buen seguro que no querrán alzar la voz ante su líder nacional, tal y como sí han venido haciendo de manera reiterada con José Luis Rodríguez Zapatero. Él ha sido el blanco de todas las críticas. De producirse ese ascenso de Rajoy, tocará negociar.

Los reparos del PP a aligerar el proceso para modificar el Estatuto se pusieron sobre la mesa en la junta de síndics. El portavoz del PSPV, Jorge Alarte, reclamó en ella la designación de los representantes políticos que deben defender la modificación de la norma en las Cortes Generales, pero el PP no tardó en oponerse. Alegó que varios diputados autonómicos podrían ocupar un escaño en el Congreso y el Senado tras las elecciones generales, con lo que habría que repetir la designación. "Es esperpéntico que el PP frene la reforma por hacer su lista electoral", sentenció Alarte.

PETICIÓN

Rus reclama un aumento salarial para el presidente

En plena confección del plan de austeridad del Consell, el presidente de la Diputación de Valencia y máximo responsable del PP en esa provincia, Alfonso Rus, reclamó ayer una subida salarial para el jefe del Consell, Alberto Fabra. "El presidente debería cobrar más dinero", sentenció. Rus aseguró que Fabra "está mal pagado" y señaló que su responsabilidad requiere un sueldo más elevado al que percibe en la actualidad. REDACCIÓN