La Generalitat, a través del conseller Serafín Castellano, anunció ayer su intención de frenar el gasto en próximas convocatorias electorales cuando, sin embargo, en la última campaña -la de la cita con las urnas del pasado mes de mayo- el PP desembolsó, en plena crisis, más dinero que en los comicios de 2007, según figura en el informe de la Sindicatura de Cuentas publicado ayer en el Diari Oficial de les Corts (DOCV). Los populares aseguran, de forma oficial, que la factura de la contienda que supuso la tercera mayoría absoluta de Francisco Camps -victoria luego empañada por los efectos del caso Gürtel que le obligaron a dimitir- subió 42.000 euros más que la registrada en las elecciones de 2007.

El incremento de la facturación de campaña del PP se produjo, por contra, entre las promesas de los populares de rebajar sus gastos, de recortar la factura de cartelería y de los grandes actos. De acuerdo a los datos de la Sindicatura, la cúpula regional del PP declara gastos por importe de 1,291 millones de euros frente a los 1,249 de hace cuatro años. Promesa incumplida. Ahora, el Consell, por contra, quiere reducir la duración de las campañas y su coste. Eso, al menos, puso sobre la mesa el titular de Gobernación Serafín Castellano después de iniciar con la coordinadora de EU, Marga Sanz, una ronda de contactos a la que también acudirán Compromís, el PSPV y el PP para abordar la reforma de la ley electoral, el banderín al que Camps se enganchó para dar contenido a su discurso de investidura. De momento, se pondrá en marcha una comisión parlamentaria para llegar a un consenso que permita la aprobación de la normativa aunque el propio Castellano enfrió la cuestión: no se podrá debatir en las Cortes hasta finales de 2012 y, además, tampoco aclaró si incluirá la propuesta de sistema electoral promovida por Camps para "blindar" el modelo bipartidista. "El Gobierno valenciano tiene propuesta y criterio para todo lo que va a hacer, pero está abierto a una participación sincera, activa y leal con los grupos, de modo que no hay un criterio modelo", dijo para dejar en el aire el futuro del cambio electoral que, en su día, propuso Camps.

EU, por su parte, solicitará, entre otras cosas, la rebaja del listón electoral al 3%, algo en lo que, previsiblemente, coincidirá con Compromís. Sí parecen más decididos los populares a reducir el impacto de los gastos electorales con una limitación, incluso, de la duración de las campañas. Serafín Castellano se mostró partidario de que la modificación, en todo caso, no se limite a aspectos "técnicos" y apostó por debatir sobre la duración de las campañas y limitación de recursos económicos por debajo, incluso, de la normativa estatal. Pese a la voluntad del Gobierno valenciano, sin embargo, el PP no redujo su gasto de campaña el pasado 22-M. Los socialistas, por su parte, sí bajaron su factura electoral. Hace cuatro años desembolsaron un millón de euros mientras que ahora apenas pasaron de los 950.000 euros. Compromís superó los 200.000 euros de gasto mientras que Esquerra Unida se quedó en los 180.000 euros.