­Ryanair ha cumplido con su amenaza y cancelará, a partir de noviembre, 22 de los 57 destinos directos (40%), con sus correspondientes vuelos, que tiene programados entre El Altet y otras tantas ciudades europeas. Enlaces que dejarán de estar operativos, en principio, hasta abril de 2012, lo que provocará que el aeropuerto pierda 2,5 millones de pasajeros, según la aerolínea.

Entre las cancelaciones más significativas figuran el vuelo Alicante-Zaragoza (1.000 pasajeros semanales), lo que ha llevado a los afectados a iniciar una campaña de recogida de firmas para tratar de convencer a la compañía para que dé marcha atrás, ya que en enlace no sólo afecta a los pasajeros alicantinos, sino también a muchos viajeros de Murcia, Logroño, Zaragoza y Pamplona.

Otros vuelos suprimidos y que ya no figuran en la página web de la aerolínea son los que unen Alicante con Santander, Valladolid, Palma, Pisa, Venecia, Paris, Poznan o, entre otros, Fez y Marrakech. ¿Motivo? La batalla judicial que mantiene Ryanair con Aena por la prohibición de que los pasajeros embarquen y desembarquen a pie en sus aviones, la subida de los precios del carburante y el descenso de la demanda de viajeros durante la temporada baja.

La desprogramación de Ryanair en El Altet provocará, según cálculos de la compañía, que El Altet pierda 2,5 millones de pasajeros y deje de ingresar 15 millones de euros.

Todos los años se reducen operaciones en invierno pero este año el impacto será mayor, porque el crecimiento de la programación de Ryanair en Alicante ha sido espectacular en los últimos dos años hasta absorber más del 40% del total de los destinos. De la supresión de vuelos se salvan, entre otros, todos los que opera la compañía con Gran Bretaña, con índices de ocupación del 90%.

Ryanair va a dejar en tierra 80 de los 300 aviones que componen su flota y la reducción de su programa también tendrá repercusiones negativas en su plantilla en Alicante donde tiene una de sus bases en Europa. En El Altet pernoctan siete aviones todas las noches. Número que se reducirá y, por ende, enviará al paro a una parte del personal.

De nada ha servido la decisión de Aena de ceder parcialmente a las presiones de Ryanair y permitir que algunos vuelos de la aerolínea irlandesa puedan embarcar y desembarcar a pie a sus pasajeros durante la temporada baja. Un gesto del gestor aeroportuario que se produjo después de conocerse los resultados del informe realizado por los técnicos de operaciones del aeropuerto, tras las pruebas realizadas a final de mayo.

El trabajo concluyó que durante el verano, dado el alto volumen de vuelos que se registran en El Altet, el embarque a pie de los pasajeros no es viable debido a los riesgos. En la prueba realizada en mayo se observó que muchos de los pasajeros invadieron zonas donde estaba estacionado otro avión. Según Aena, esta circunstancia varía en invierno debido a que el tráfico es menor.

Es por ello que la compañía ha decidido adoptar un procedimiento que permita que en determinadas franjas horarias y en puestos concretos de estacionamiento las compañías aéreas puedan embarcar y desembarcar a pie a sus pasajeros.

Operativa

Se trata de una medida que se tomó, no obstante, sin que se hubiera demostrado que el operativo que demandaba la firma Ryanair redujera el tiempo de escala de sus aviones. La cesión parcial tampoco ha convencido a Ryanair, que suprime aviones y sigue luchando en los juzgados para tratar de imponer su operativa en El Altet.