El portavoz de la Federación Provincial de Comunidades de Regantes de la Provincia y de Riegos de Levante, Ángel Urbina, exigió ayer a Mariano Rajoy que frene en seco las aspiraciones de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, de revisar los aportes que llegan a la provincia desde el Tajo a través del trasvase. Urbina salió así al paso de las intenciones del gobierno castellano-manchego que pretende, si el PP llega al Gobierno, recuperar el PHN de 2001 que contemplaba revisar las transferencias del Tajo, pero sin incluir el trasvase del Ebro ni el Júcar-Vinalopó desde Cortes de Pallás. Lo que ha impedido contar con agua de calidad para recuperar los acuíferos y un derroche de 400 millones.

El portavoz de los regantes recordó que el trasvase sigue en precario, y apuntó que 35.000 familias y 35.000 hectáreas que alimentan la industria agroalimentaria de la provincia dependen del agua del Tajo que "sigue llegando a cuentagotas", subrayó Urbina. Los agricultores rompieron con el Gobierno pero tampoco se fían de Rajoy.