La Generalitat ha aparcado en los últimos tres años cerca de 40 proyectos en las carreteras de la provincia, tanto de mejora de la red viaria ya existente como para la creación de nuevas infraestructuras. Desde que comenzó la crisis económica, el gobierno autonómico ha ido eliminando paulatinamente todas esas actuaciones de sus presupuestos, con lo que han quedado postergadas de manera indefinida o, al menos, hasta que no se encuentre la forma de financiarlas. Esta situación se muestra al extremo en el anteproyecto de cuentas autonómicas para 2012, en que el apartado de inversiones reales de la Conselleria de Infraestructuras y Transporte sólo refleja obras muy puntuales, o incluso el pago de algunas que ya están terminadas y en servicio desde hace tiempo.

El único proyecto que aparece en las previsiones de la Generalitat para el año próximo y que puede considerarse nuevo es el desdoblamiento de la variante de Aspe, en la carretera CV-84. Este tramo pertenece en la actualidad a una vía de titularidad estatal, la N-325, pero da continuidad a otros dos -la ronda sureste de Novelda y la carretera desdoblada de Aspe a Elche- que dependen del Consell, con lo cual, esa doble calzada completaría un eje con dos carriles por sentido -aunque no de autovía- entre la A-31 y la A-7. Sin embargo, la escasa dotación para esta obra -101.000 euros hasta 2013- hace indicar que se trata de la financiación de trámites previos, y que los trabajos en sí todavía no tienen fecha. Pese a todo, su sola aparición en el anteproyecto presupuestario ya sitúa a esta actuación en una posición ventajosa en relación a otras que parecen dormir el sueño de los justos.

Los presupuestos de 2009 programaban la ejecución de grandes obras viarias, susceptibles de identificarse con el frenético desarrollo urbanístico que ya entonces llegaba a su fin. En toda la Comunidad se contemplaban 143 actuaciones, con una inversión cercana a los 124 millones de euros. En la provincia de Alicante se recogían dos autopistas, desde Alicante a Crevillent y Villena, así como el desdoblamiento de la carretera CV-83, de Elda a Pinoso, e, incluso, una autovía desde Orihuela a la A-7, a la altura de Benferri, y que discurriría prácticamente en paralelo al acceso que ya estaba en obras. Además, se contemplaba el desdoblamiento de las principales carreteras de acceso a Dénia (CV-725), Xàbia (CV-734), Pego (CV-700), Xixona (CV-800) y Onil (CV-815), entre otras localidades.

Alivio al tráfico comarcal

En los mismos presupuestos autonómicos de 2009 también se anunciaba la construcción de numerosas variantes para eludir travesías que resultan conflictivas por su trazado o por el elevado paso de vehículos. Ejemplos de ello eran la construcción de rondas al suroeste de Villena y al sur de Muro, por cuyos cascos urbanos discurre buena parte del tráfico de las comarcas del Alto Vinalopó y El Comtat, respectivamente. Otras poblaciones a circunvalar eran Crevillent, Redován, Algorfa, San Miguel de Salinas, Biar, Cañada y Benimarfull. Esta última variante, cuyo proyecto está realizado desde 2002, ha aparecido y desaparecido sucesivamente de las dos últimas cuentas de la Generalitat.

Todas las travesías que estaba previsto eliminar siguen existiendo en la actualidad, algunas de ellas con un tráfico destacable. Tan sólo la ronda de Biar está parcialmente construida. La previsión de inversiones de la Conselleria de Infraestructuras para el próximo año, sin embargo, no contempla la ejecución de ninguna de esas variantes, de la misma forma que siguen en suspenso otros proyectos como varias mejoras programadas en el entorno de la zona marmolera de Novelda. No se ha acondicionado la carretera CV-835, que une esta localidad y Monóvar, mientras que la CV-840 sigue cruzando el interior de La Romana y Algueña.

Otro proyecto que tampoco aparece ya en los presupuestos es el de la nueva carretera de Alcoy a Benidorm, una obra de gran envergadura por la difícil orografía del terreno por el que pasa. Ha sido presentada públicamente, pero sin que se haya llegado a realizar trabajo alguno, con lo que la CV-70 mantiene el mismo aspecto de carretera de montaña que antes de programarse su remodelación.

Ninguna de las autovías previstas

El plazo de ejecución teóricamente contemplado en el protocolo de inversiones en carreteras suscrito entre la Generalitat Valenciana y el Gobierno central en abril de 2005 ha expirado sin que el Consell haya realizado la mayor parte de las obras que le correspondían. Las de mayor envergadura eran varias autovías que, a día de hoy, no pasan de ser proyectos.

La CV-95, de Orihuela a Torrevieja, adjudicada en octubre de 2007 en forma de concesión, figura en los presupuestos de 2012 con una partida de 368.130 euros para ese año.

Menos se sabe aún de las anunciadas autovías de Orihuela a Guardamar, o de Novelda a Alicante por Agost. Tampoco se ha movido ficha en el caso del "eje" de Villena a Muro, que además generó bastante rechazo social en la zona. A. T.