Halcones y hurones controlarán por aire y tierra las inmediaciones del aeropuerto de Castellón para evitar la entrada de animales que puedan poner en peligro las maniobras de despegue y aterrizaje de los aviones, una medida que, según la empresa gestora del aeropuerto, en el que no se esperan aviones hasta abril, "es una exigencia legal previa a la apertura de un recinto de estas características".

La sociedad pública Aerocas ha sacado a concurso el contrato de control de la fauna y desalojo de aves y animales terrestres, con un presupuesto de 456.521 euros y una duración de tres años. Según recoge el pliego de condiciones, las condiciones geográficas, meteorológicas y ambientales del lugar en que están ubicadas las instalaciones de Vilanova-Benlloch hacen "imprescindible que, por el sistema que se considere más idóneo, se proceda al control de la fauna". La empresa adjudicataria del contrato deberá estar especializada en este tipo de trabajo y prestar sus servicios durante los periodos de vuelo a lo largo de los 365 días del año.

El equipo de control de la fauna terrestre estará formado por un huronero con experiencia acreditada y que posea, al menos, ocho hurones. El grupo de desalojo de aves lo integrarán tres expertos en cetrería que deben contar con un mínimo de ocho rapaces, ubicadas de forma permanente en las instalaciones aeroportuarias de Castellón.

Según Aerocas, la experiencia en otras instalaciones demuestra que la utilización de halcones adiestrados hace descender "considerablemente" el número de aves en las proximidades de las pistas de vuelo, si bien se trata de un servicio especializado para el que el aeropuerto no tiene medios ni personal capacitado.

El método de trabajo estará encaminado fundamentalmente a establecer en los animales del entorno del aeropuerto un reflejo de rechazo hacia las áreas en que su presencia signifique algún riesgo para aeronaves o instalaciones, debido a la presencia frecuente de aves de presa y hurones.