La caída de ingresos, un modelo que deja a la Comunidad a la cola en el reparto de la financiación autonómica y las tensiones de la tesorería de la Generalitat -evidenciadas, una vez más, con los datos publicados ayer correspondientes al mes de agosto- obligan al Consell de Alberto Fabra, en su primer debate presupuestario, a elaborar las cuentas más restrictivas y con un mayor recorte de las tres décadas de administración autonómica. Así lo reconoció ayer José Manuel Vela, titular de Hacienda: "Cuánto vamos a bajar no estoy en condiciones de decirlo, pero van a ser los presupuestos -aseguró el conseller Vela- de la austeridad y en los que se produzca el mayor descenso en su cuantía global en la historia de la Generalitat".

"Serán los presupuestos de la austeridad", subrayó el titular de Hacienda que, sin embargo, no entró a detallar el volumen global de los recortes. En todo caso, tal y como adelantó este periódico, la caída podría llegar a los 1.500 millones y reducir, por tanto, las cuentas en un 10%. Los cálculos del PP apuntan que el presupuesto del próximo año -debe ser aprobado por el Consell en unos veinte días antes de que llegue a las Cortes, como tope, a finales de octubre- será muy parecido, en cuanto al nivel de ingresos, al del ejercicio de 2005. El Ejecutivo que preside Alberto Fabra es partidario de prever una fuente de ingresos "prudente" para evitar tener que reintegrar fondos al Estado, como ocurre en los últimos años. "Supondría una tensión adicional", aclaró José Manuel Vela.

"Van a ser los presupuestos más atípicos y difíciles de confeccionar de la historia de la Hacienda pública española autonómica", explicó el conseller Vela. ¿Motivo? De alguna manera, la Generalitat tendrá que elaborar las previsiones económicas "a ciegas". Es la primera vez, de hecho, que las autonomías no tienen los presupuestos del Estado como referencia para conocer las grandes directrices económicas. Su diseño tendrá que abordarlo el nuevo Gobierno que salga de las urnas el próximo 20-N, todo apunta que formado por el PP y con Mariano Rajoy al frente. "El Gobierno de Zapatero podría haber sido mucho más diligente", criticó el conseller. Ahora -prosiguió con su argumentación- las autonomías tendrán que presupuestar "sin conocer muchos aspectos que son clave". "Esto va a generar mayores incertidumbres si cabe", señaló el titular de Hacienda.

Al descenso de ingresos, a la insuficiencia del modelo de financiación autonómica se une, de la misma manera, las tensiones de tesorería de la Generalitat. El estado de las cuentas del Consell, actualizado a 31 de agosto y publicado ayer en el Diari Oficial de la Comunitat, vuelve a poner encima del tapete los síntomas que lastran la administración autonómica. El enfermo tiene cada vez menos margen de maniobra. La Generalitat, de hecho, se está "comiendo" la liquidez con la que contaba en enero. Entonces tenía en caja un total de 611 millones de euros, cantidad que ocho meses después se ha visto recortada a tan sólo 250. Es decir que la Generalitat se ha gastado 360 millones más de lo que ha ingresado por todas las vías. Eso explica, de alguna manera, los impagos a proveedores o el retraso en el abono de facturas. Además, el Consell profundiza en la estrategia de potenciar las operaciones fuera de presupuesto. Es decir, el desvío de ingresos hacia una especie de "cajón desastre" con el único objetivo de poder tener más flexibilidad para ir utilizando ese dinero a la hora de tapar "agujeros".

Las dificultades de la deuda

La falta de liquidez obliga, por tanto, a recurrir a la deuda para poder hacer frente al "día a día" de la gestión. Pero el Consell, con números rojos que van camino de los 24.000 millones, tiene muy complicado emitir deuda o recurrir a más préstamos. De ahí que el conseller Vela volviera a lanzar un mensaje de socorro al Gobierno de España para que garantice la colocación de deuda con la que financiar a las autonomías. "El cierre de los mercados financieros impredecible e inmodulable", apuntó el conseller, un escenario que consideró como una de las causas de los problemas de liquidez de las comunidades. "Es una medida absolutamente necesaria y absolutamente inaplazable que el Gobierno central arbitre algún tipo de mecanismo que garantice la renovación o colocación de deuda de las autonomías, como los llamados hispanobonos", aseguró el titular de Hacienda.

Sin embargo, en las Cortes, el responsable de Justicia, Jorge Cabré, no llegó a aclarar si, finalmente, aplicará un "copago" para aumentar la recaudación. "No va a haber de tasas en la Comunidad Valenciana por la utilización de los servicios de la administración de Justicia", aseveró antes de aclarar, por contra, que es una cuestión que está al margen de sus competencias y de mostrarse favorable a la posibilidad de gravar actuaciones judiciales con el objetivo de reducir la litigiosidad.

Entre la continuidad de la Fórmula 1 y la amenaza de cortar la luz en Presidencia

La consellera Lola Johnson garantizó ayer la continuidad de la Fórmula 1 en Valencia, al menos, hasta el año 2014, además, de estudiar su prórroga. Finalmente, el anunciado recorte de grandes eventos quedará en la supresión del campeonato de hípica que el Consell organizaba en la ciudad de Valencia. El titular de Hacienda, José Manuel Vela, insistió en que la Generalitat seguirá patrocinando "grandes eventos" aunque se racionalizará su número o su intensidad. Vela admitió que la Fórmula 1 es el acontecimiento que tiene un mayor impacto económico pero también el que mayores recursos recibe. Mientras, sin embargo, el impago de proveedores amenaza con cortar la luz de Presidencia. La compañía eléctrica ha advertido con cerrar el suministro del edificio en el que está el despacho de Alberto Fabra si no se salda la deuda. El Consell confía en solucionarlo. redacciÓN