Esto no es lo que era pero qué le vamos a hacer. La reflexión podría atribuirse a alguno de los cerca del centenar de propietarios de un hotel en la provincia que ha sufrido en los últimos tres años un recorte medio del 50% -las puntas pueden llegar al 70% según los casos- en el importe que reciben por el alquiler su establecimiento de la cadena hotelera que lo gestiona. La caída de la rentabilidad de los hoteles ha provocado un ajuste espectacular de las tarifas en un sector dinámico pero en el que los costes de producción se han tenido que apretar al máximo para mantener el equilibrio con el precio que paga el cliente.

En la provincia hay abiertos 345 hoteles (69.000 plazas), de los que el 25% se explotan en régimen de alquiler, casi todos ligados a las grandes cadenas nacionales. La mayoría de los inmuebles pertenecen a propietarios particulares pero también existen algunos en manos de fondos de inversión como es el caso del complejo Pelícanos-Ocas de Benidorm que sigue explotando Meliá, aunque ya no es la propietaria.

Las tarifas varían sustancialmente según categoría y segmento (urbano y vacacional) y se calculan por habitación. Según fuentes del sector, el propietario de un establecimiento de cuatro estrellas urbano de cien habitaciones pueden recibir de media entre seiscientos mil y un millón de euros al año. Una cifra que antes de la crisis alcanzó hasta un máximo de 1,5 millones de euros. En cuanto al vacacional, los precios medios son menores. En torno a los 4.000 euros por habitación (400.000 euros al año), según estimaciones de la patronal hotelera de la provincia.

La consolidación de la Costa Blanca como una de las zonas turísticas "refugio" en la UE para mitigar el impacto de la crisis económica y, sobre todo, la desestabilización social e inseguridad en destinos rivales de "sol y playa" como Túnez y Egipto posibilitaron que los hoteles alicantinos cerraran julio y agosto con una ocupación media del 88%, y puntas del cien por cien durante el "puente" de la Asunción de la Virgen, pero con precios más que ajustados, de ahí que, en estos momentos, todo se negocie a la baja.

Según un informe de la consultora Magma Turismo, hasta el inicio de la crisis el alquiler del hotel era la fórmula más desarrollada. La empresa que gestionaba pagaba un fijo y asumía toda la explotación ofreciendo una renta garantizada al propietario. Desde el comienzo de las renegociaciones va aumentando el número de alquileres fijos que disminuye y se impone el sistema anglosajón. Una renta pactada al año y el resto de los ingresos en función de la explotación, lo que disminuye el riesgo del operador y garantiza la continuidad del hotel en cuestión. Fórmula que ha evitado, por otro lado, el cierre de muchos establecimientos y el mantenimiento de las plantillas de trabajadores.

Menos incidencia tiene todavía la explotación mediante franquicia a cargo de los propietarios del hotel. Se explica, según apuntaron ayer desde la patronal, por la estrecha relación que ha existido en los últimos años entre las empresas inmobiliarias y los nuevos hoteles abiertos con el "boom" de la construcción. Las promotoras no tienen, en la mayoría de los casos, experiencia alguna en al gestión turística y prefieren no complicarse. Alquilan el edificio y reciben una renta por el mismo de la empresa que pasa a gestionarlo. Este modelo de negocio se mantuvo con normalidad hasta el estallido de la burbuja inmobiliaria y posterior recesión económica. A muchas cadenas no les salieron entonces los números y empezó la renegociación de los contratos. En Alicante se produjeron, incluso, rescisiones contractuales como sucedió con el hotel Lucentum -frente al Mercado Central- que llegó a estar cerrado casi un año.

Entre los hoteles de la Costa Blanca que gestionan empresas privadas tras alquilar los inmuebles a sus propietarios figuran, entre otros, el Husa Golf de la Playa de San Juan, los Holliday Inn, los Eurostars Lucentum y Mediterránea Plaza, el Meliá Benidorm y la mayoría de los establecimientos de las cadenas NH y AC.

En Benidorm -112 hoteles- también existen establecimientos en régimen de alquiler pero, según Hosbec, la mayoría de los establecimientos, grandes y pequeños, son gestionados por los propios propietarios.

El turismo extranjero gasta 3.228 millones

El gasto total de los turistas extranjeros en la Comunidad Valenciana alcanzó los 3.228 millones de euros en los ocho primeros meses del año, un 9% más, según anunció ayer el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. La Comunidad se situó como la sexta con el mayor gasto percibido por detrás de Cataluña, con 8.010 millones de euros, Baleares con 7.109 millones, Canarias con 6.541, Andalucía con 5.826 millones de gasto y Madrid con 3.419 millones. A nivel nacional, el gasto total de los turistas extranjeros alcanzó los 36.808 millones de euros.