Bajo mínimos y al límite. Así abren mañana sus puertas los 138 institutos de Secundaria de la provincia para recibir a casi 121.000 alumnos -un 4% más que el pasado año- que, por primera vez, superan la barrera de los 40 por aula en determinados centros.

"Tengo el Bachillerato con 44 alumnos para este curso, pero no puedo hacer otra cosa porque, si no, se tienen que ir de su centro de toda la vida". Las palabras de uno de los directores de Secundaria de Alicante explican en parte el progresivo aumento de alumnos por aula, del que la Generalitat culpa a los propios centros.

La normativa estatal que permite aumentar los 30 alumnos por aula de Secundaria a 33 y los 35 de Bachillerato o FP a 38, en casos extraordinarios por el aumento de estudiantes inmigrantes a lo largo del curso, se ha convertido en algo habitual.

En esta ocasión el alumnado extranjero disminuye en la provincia en cerca de 2.000 personas, pero la ratio sigue en aumento y ha cruzado incluso la barrera de los 40.

Por otra parte el Consell adeuda a los institutos todo el dinero de gastos de funcionamiento, que incluyen la luz o el agua, desde que comenzó el año. Suman entre 9.000 y 20.000 euros por centro, pero a los directores les preocupa mucho más contar con los profesores necesarios para arrancar el curso, porque este otro dato les descalabra su organización y deja a numerosos estudiantes sin docente para reanudar las clases.

El caso del Instituto Mare Nostrum de Alicante resulta especialmente sangrante. De los 119 docentes que tiene en plantilla le faltaban ayer ocho profesores: "Todo un desastre. El equipo directivo vamos a hacer lo imposible hasta el miércoles por evitarlo", precisó el director, Ernesto Torres. Las plazas a las que se refiere este director son sustituciones o bajas por cubrir que afectarán de media a un docente por instituto, porque no han salido todas a adjudicación todavía, aunque centros como éste rompen la estadística.

Lo que sí afecta a todos los institutos de forma similar es la disminución del número de profesores, especialmente para las labores de desdoble de grupos y atención a alumnos de educación compensatoria que necesitan programas de diversificación curricular. La Conselleria de Educación cifra en 400 la merma total de docentes con respecto al curso pasado y los sindicatos STEPV y FETE-UGT aseguran que son 400 "sólo en Secundaria. El recorte de profesorado empezó el curso pasado y ahora está pasando más desapercibido", concreta Marc Candela, delegado del STEPV.

De esta forma, a los 700 profesores interinos que se contrataron de menos el curso pasado en Secundaria y Formación Profesional, los sindicatos suman ahora otros 400. El impacto es mayor en FP donde la matrícula de estudiantes aumenta un 10% de golpe en la provincia, por lo que Educación prorroga el inicio del curso para los de primero hasta el próximo día 26.

En la Comunidad Valencianas el impacto de los recortes de docentes queda minimizado porque se arrastran desde el año pasado, mientras que en Madrid, Galicia o Cataluña empiezan a experimentarlo al aumentar dos horas lectivas a cada docente, lo que implica prescindir de interinos que no harán falta para dar las mismas clases a los estudiantes.

En cuestión de infraestructuras, los estudiantes de Secundaria se ven condenados a seguir este curso en numerosos centros sin los espacios necesarios, porque no se harán nuevos edificios, ni reformas, con excepciones como el Virgen del Remedio de Alicante.

LOS POLÍTICOS

De una gestión educativa fracasada a la más competitiva

Representantes políticos del PSPV y el PP en la Comunidad cruzaron ayer sus descalificaciones verbales con motivo del avance de las cifras que arroja la vuelta a clase en Secundaria. El dirigente de los socialistas, Jorge Alarte, se opone frontalmente a implantar el copago en la enseñanza, hasta el punto de llamar a la movilización en su caso, porque considera que sería como pagar dos veces por lo mismo, al tiempo que culpa de ello al Consell que gobierna el PP, por su política de "fracaso escolar, barracones, incremento de la ratio por haber eliminado más de 1.000 profesores en dos años y por los recortes en becas y ayudas". Por contra Maira Barrieras, portavoz del grupo parlamentario popular, replica a Alarte que la Comunidad Valenciana se erige en "la más comprometida con la educación pública", porque "destina un presupuesto de 5.000 millones al año, muy por encima del de otras comunidades como Andalucía o Cataluña". V. B.