Los responsables municipales de las dos grandes ciudades de la provincia rechazan aplicar la decisión tomada por el Ayuntamiento de Benidorm de imponer una tasa a los dueños de perros para que revierta en la limpieza de los excrementos. Tanto Alicante como Elche consideran que no es el mejor momento para fijar un impuesto, de entre 15 y 20 euros al año, a los propietarios de mascotas que sirva para sufragar las bolsas con las que se recogen sus excrementos, tal y como anunció el viernes el alcalde benidormí, Agustín Navarro.

Según manifestaron fuentes del consistorio alicantino, "ahora mismo no se ha planteado ninguna tasa ni nada similar. Creemos que no es el mejor momento de establecer nuevos pagos". En la misma línea se pronunció ayer el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Elche, Manuel Latour, quien explicó que "imaginamos que el Ayuntamiento de Benidorm estará actuando en base a un estudio de viabilidad, pero nosotros no creemos oportuno generar una nueva tasa. Además, los tiempos no están para aumentar los gastos ciudadanos".

De hecho Elche eliminó el gasto de bolsas de recogida de excrementos. Como recordó Latour, el ayuntamiento acabó con la partida presupuestaria de 75.000 euros que se destinaba a la contrata con la empresa que se encargaba de reponer las bolsas para las heces de perros en los recintos públicos habilitados. "Entendimos entonces, y ahora también, que es un gasto que debe asumir cada propietario y era injusto que todos los ciudadanos pagasen un servicio que sólo usaban los habitantes con perros", destacó el edil. Por ello, para el Ayuntamiento de Elche esto es un "coste superfluo" del que se podía prescindir y no considera viable crear una nueva tasa ya que, según dijo Manuel Latour, "tendríamos que dividir ese gasto de 75.000 euros, que se estaban invirtiendo en el servicio entre los ciudadanos con perros y creemos que no estarían conformes al ser una cantidad importante".