Los productores de uva de mesa de la provincia -cultivo que este año moverá cerca de 50 millones de euros de negocio- denunciaron ayer que las presiones de los intermediarios que compran el producto para llevarlo después hasta los consumidores amenazan con dejar sin rentabilidad la excelente cosecha de este año. Una producción de alrededor de 71.200 toneladas, pero que a pie de campo a los agricultores se les paga a razón de una media de entre 0,3 y 0,5 euros por kilo. Cantidad que contrasta con los hasta 2 euros que paga el consumidor final.

Según Asaja-Alicante, la presión sobre los precios ha provocado que en los últimos años la rentabilidad de este cultivo haya caído un 30% en la provincia. El sector ha pasado de una facturación de 77,2 millones de euros en 2002 (también había más superficie cultivada) a los 53,4 millones de 2010. Este año y con una producción mayor (10%) que la del año pasado, cuando el pedrisco también influyó, los precios han descendido un 15%. Asaja reclama, en este sentido, a la Administración que busque soluciones que fortalezcan la posición del productor en las transacciones de compraventa.

Tras el pedrisco que asoló la uva de mesa en la provincia en 2010, sobre todo en las comarcas del Vinalopó, en la campaña actual se ha recuperado el cultivo tanto en términos de productividad como de calidad (teniendo en cuenta tanto la variedad Aledo e Ideal, las únicas que forman parte de la Denominación de Origen, como el resto).

Los productores destacan que el sabor, color, forma y calibre de este año son excepcionales. El aumento de la calidad de la uva se percibe, por ejemplo, en el incremento de las inscripciones en el Consejo Regulador de Denominación de Origen. Esta subida es, aproximadamente, de un 10%, al alcanzarse los 48, 5 millones de kilos, según los datos que ayer hizo públicos Asaja.

La recolecta de la variedad Ideal ha comenzado este mes y no será hasta noviembre cuando empiece la de la Aledo. Ya ha finalizado prácticamente las recolectas de la Victoria y la Italiana sin bolsa, marcadas ambas por el descenso de los precios. Según Asaja, la Italiana,se ha vendido como máximo a 0, 50 ?/kg, mientras que la Victoria se vendió en campo a 0,30-0,36 ?/kg. Los precios como media de 2009 rondaron los 0,50-0,80 ?/kg.

Esta reducción del valor en origen impide que los productores obtengan beneficios. Prácticamente se está vendiendo a precio de coste, lo que conlleva un riesgo muy importante, según denuncia Asaja. "Como en cualquier negocio, el agricultor necesita beneficios. Cada día les imponen más dificultades para que puedan continuar dedicándose a la producción de este emblemático cultivo de la Comunidad Valenciana y les pagan menos", subrayó ayer el presidente de ASAJA Alicante, Eladio Aniorte.

Los intermediarios matizan el sobrecoste

"Cierto que el gran problema de la uva de mesa como del resto de los productos hortofrutícolas de la provincia es el precio bajo que cobran los agricultores, pero la culpa no es del intermediario, pues de la vid al hipermercado también hay una serie de costes que son los que elevan el precio". Las palabra de un empresario hortofrutícola del Vinalopó matizaron ayer las quejas de Asaja. "Quizá el problema es que el sector está muy atomizado. Al haber mucha oferta hay muchos precios", subrayó. Costes que se reparten, por ejemplo, en la merma que se produce en la uva comprada la agricultor, el empaquetamiento en envases individuales para los supermercados, almacenaje previo y transporte a las cadenas de distribución. "El tema es ese y la solución está en la concentración de la producción antes de su comercialización". F. J. B.