La situación del complejo cinematográfico ubicado en Alicante es tan crítica que, a día de hoy, si la Generalitat, impulsora del proyecto, no aportara más dinero, muy posiblemente, la Ciudad de la Luz tendría que poner fin a su actividad, como así apunta el informe de auditoría correspondiente a la gestión del centro durante 2010. El plan de negocio, como señala el citado documento, marcaba en rojo el ejercicio pasado como el año en el que el proyecto impulsado por el Consell tenía que entrar en beneficios. Pero, como apuntan los auditores, ese cambio de tendencia de unas instalaciones, hasta ahora, deficitarias no se ha producido. Al contrario.

Todos los indicadores financieros del complejo son negativos. Las pérdidas en 2010 fueron de 20 millones, la deuda es de 190, el déficit patrimonial supera los 28,4 millones y el desfase del fondo de maniobra -el indicador que mide la liquidez de las arcas de la sociedad- alcanza los 68,5 millones. En este sentido, los auditores alertan de que la capacidad de la sociedad pública para hacer frente a esta situación únicamente depende del "éxito" que puedan tener, apunta la auditoría, las "operaciones futuras" del complejo y, obviamente, "el imprescindible apoyo financiero de su accionista único". En plata, que la única vía para que la Ciudad de la Luz siga adelante es el respaldo de la Generalitat.