El Ayuntamiento de Alicante ha comenzado a aplicar su plan de choque para ahorrar energía con la reducción de la potencia del alumbrado público y del número de farolas encendidas en las grandes avenidas de la ciudad. Desde la Concejalía de Atención Urbana señalan que estas medidas pretenden recortar el consumo, como mínimo, un 30% y ahorrar 1,5 millones de euros en la factura eléctrica anual.

En la primera fase del llamado Plan de Ahorro Energético Municipal los técnicos municipales han analizado "calle a calle" las posibilidades de ahorro energético, según aseguran desde la Concejalía que dirige Andrés Llorens. Existen dos sistemas: la reducción de la potencia y el encendido selectivo de las farolas. Con la primera de las fórmulas, consistente en la instalación de sistemas para reducir el flujo de energía, se espera ahorrar un 40% en el consumo, mientras que con la reducción de los puntos de luz a la mitad se contempla una rebaja del 50%. Fuentes municipales sostienen que, dependiendo de las necesidades de iluminación de cada zona, se toma una u otra medida o una combinación de ambas.

Durante la noche del lunes, los técnicos municipales intervinieron en 30 centros eléctricos ubicados en las calles Alcalde Lorenzo Carbonell, avenida de Orihuela, Fernando Madroñal, Juan Bautista Lafora y Catedrático Soler para reducir la potencia de 30 kilovatios por hora a 15, la mitad. Desde Atención Urbana indican que sólo con esta actuación se pueden ahorrar 547.000 kilovatios al año y un montante anual de 90.450 euros. En algunas de esas vías se han alternado las farolas encendidas y en otras, como la de Orihuela, hay algunas lámparas que se apagan a media noche.

A lo largo de esta semana el plan para reducir la potencia y las farolas encendidas se extenderá a otras avenidas como Villajoyosa, Dénia, Condomina, Eusebio Sempere, Benito Pérez Galdós, Jijona, Alcoy y Costa Blanca.

Los dos fundamentos de este plan de choque son, por una parte, obtener el máximo ahorro en el consumo de luz y, por otro, mantener a la ciudad en un nivel digno de alumbrado, especialmente en las zonas de tránsito peatonal. La aplicación de estos principios va a suponer que las zonas más afectadas serán los accesos y los grandes viarios, mientras que en las calles del centro de la ciudad la reducción del alumbrado será menor.