El debut de Alberto Fabra como primer espada del PP de la Comunidad en una convocatoria de Génova estuvo acompañado, al tiempo, de la reaparición de Joaquín Ripoll, presidente del partido en Alicante y apartado de la dirección de la Diputación por los campistas, en una reunión del máximo órgano directivo del PP. Hubo foto de familia de la delegacion valenciana -incluidos los alicantinos, otrora remisos- con Mariano Rajoy, que departió con Alberto Fabra en su despacho de la sede nacional del PP durante más de media hora.

Ripoll, por su parte, evitó aparecer en primera línea de la imagen y, como es habitual desde que dejó el Palacio Provincial, se alejó de la notoriedad. No estuvo el pasado viernes en Castellón durante la cena con la que los populares valencianos abrieron el curso político pero sí ayer en Madrid. El exmandatario de la Diputación guarda silencio y continúa a la espera de que se materialice su nombramiento como presidente de la Autoridad Portuaria, una decisión que debe tomar el Consell pero que, al tiempo, tendría que llevar aparejada la dimisión del mencionado Ripoll como concejal del Ayuntamiento de Alicante. Esta dispuesto a renunciar al acta. Pero, en todo caso, nunca antes de su nombramiento como gestor del muelle alicantino. No dimitirá, eso sí, como presidente del PP.

En este sentido, Marta García-Romeu, portavoz popular en el consistorio alicantino, consideró "obvio" que Ripoll debe dimitir como edil en el caso de que acepte ese nuevo puesto. "La presidencia del Puerto puede llegar a entrar en conflicto con los intereses de la ciudad", aseguró García-Romeu.