La consolidación de la Costa Blanca como una de las zonas turísticas "refugio" en la Unión Europea para mitigar el impacto de la crisis económica y, sobre todo, la desestabilización social e inseguridad en destinos rivales de "sol y playa" como Túnez y Egipto han hecho posible que los hoteles alicantinos hayan cerrado julio y agosto con una ocupación media del 88%, y puntas del cien por cien durante el "puente" de la Asunción de la Virgen. Porcentajes que representan un crecimiento de diez puntos en ocupación y facturación sobre agosto del año pasado, y que se han producido, además, en el peor año de la recesión económica que sufre España.

Las previsiones apuntan a que los buenos niveles de ingresos y turistas (a partir de ahora un tanto matizados porque bajan los precios) se mantendrán en septiembre y octubre, y la única incógnita es saber cómo se comportará el mercado en el invierno, aunque la recuperación del turismo británico sea un hecho y, por ejemplo, para la próxima temporada baja las reservas de este mercado han crecido un 12%.

José María Caballé, presidente de la cadena hotelera Servigroup -8.500 plazas- trasladó ayer el optimismo que reina en el sector tras haber cubierto el cénit de la temporada alta con mejores datos, incluso, que en 2010 y en pleno terremoto económico. "La marca es lo que cuenta y nuestra relación calidad-precio es imbatible. No hay secretos, se trata de dar un buen producto y, además, nuestra situación geográfica es la mejor. Muy cerca de los mercados emisores españoles y a menos de tres horas en avión de cualquier aeropuerto de la UE. Qué mas se puede pedir. Somos una zona refugio. Se comentó tras Fitur y se ha confirmado, pero no podemos bajar la guardia ni, por supuesto, jugar con los precios". El empresario benidormí destacó también que gracias a la comercialización individual (internet) los hoteleros van soltando lastre y la ocupación no depende ya tanto de los grandes tour operadores.

Los hoteles de Benidorm concluyeron agosto con una ocupación media del 93%, casi dos puntos más que el año anterior. Antonio Mayor, presidente de Hosbec, señaló ayer, en este sentido, que "nadie puede decir que la temporada alta ha sido mala, hemos tenido mejores resultados que en 2010 y eso que agosto fue terrible a nivel económico, pero la buena ocupación no ha sido sólo cuestión de la Costa Blanca. En toda España ha habido buenos resultados. Los españoles han venido a última hora y con contención en el gasto pero al final contrataron. Lo mejor del verano que el mercado extranjero ha funcionado muy bien por los conflictos árabes. Somos una zona segura y tranquila y eso es lo que buscan los turistas. De ahí que haya funcionado muy bien la venta anticipada". Mayor admitió que la contención de los precios también ayuda a mejorar la ocupación -según la Conselleria de Turismo la mayor afluencia de visitantes contribuye a mantener la rentabilidad- "pero sin ofertas ni bajas especulares. Hemos trabajado con la tarifa que se negoció, en torno a una media de 55/60 euros persona-día la pensión completa. Que nadie piense que nos hemos hecho ricos", subrayó el presidente de Hosbec.

La falta de españoles se nota en Alicante

En general, los destinos de la provincia que peor lo han pasado este verano han sido los que trabajan básicamente con el mercado español, como es el caso de la

ciudad de Alicante, aunque la

ocupación media superó el nada

despreciable porcentaje del 80%.

España no ha salido todavía de la recesión económica y, a diferencia de británicos y alemanes, muchos españoles han sacrificado sus

vacaciones o recortado los días de estancia. Con todo, el sector hostelero también se muestra

satisfecho, porque a los clientes propios de la temporada alta se han unido este año muchos alicantinos que no han salido de vacaciones pero, a cambio, han aumentado el consumo en bares y restaurantes. F. J. B