La estación de autobuses de Alicante vivió ayer su segunda jornada en su nueva ubicación junto al barrio portuario de Heliodoro Madrona en un ambiente de más normalidad, según dijo el director de la terminal, Julio García, que aseguró que "es como si lleváramos un mes". Empleados de la compañía Alsa, que ya ha abierto una de sus cuatro taquillas en la primera planta, informaban a los viajeros despistados. Además, entró en funcionamiento la cafetería. J.H.