Una mujer de nacionalidad rumana pasó ayer a disposición del juzgado de guardia tras haber tratado de introducir el pasado martes en el interior del recinto penitenciario de Fontcalent hasta diez bellotas de hachís que llevaba ocultas en la vagina, según confirmaron fuentes cercanas al caso. La mujer quedó en libertad con cargos y pretendía hacer llegar la droga a su compañero sentimental aprovechando un vis a vis.

Su arresto ha sido precisamente consecuencia de las labores de investigación de los grupos especiales de seguimiento, que ya estaban sobre la alerta de que podría haber un intento para introducir droga dentro de Fontcalent. La sospechosa fue interceptada en el momento en que se encontraba pasando los correspondientes controles de seguridad. Tras encontrar el alijo, que tenía un peso de unos 50 gramos, se procedió a entregar a la mujer a la Guardia Civil que se hizo cargo de su arresto y de su puesta a disposición judicial.

Desde la Fiscalía se había pedido el ingreso en prisión de la detenida, porque el destinatario final del envío era un hombre de nacionalidad rumana, de quien se sospecha que se trata de una de las personas que tiene un red de tráfico dentro del módulo en el que se encuentra encarcelado. El reo se encuentra en prisión precisamente por un delito contra la salud pública. Las fuentes consultadas por este diario señalaron que a este recluso se le han llegado a intervenir en otras ocasiones teléfonos móviles y que el pecunio (el dinero del que disponen los reclusos) que manejaba era más elevado que el de otros compañeros. Además se considera un hecho de especial gravedad que el pase de droga se fuera a realizar en el interior de un centro penitenciario. Por el momento, la mujer está acusada de un delito contra la salud pública, pero quedó en libertad en el juzgado de guardia tras ser asistida por el letrado Roberto Sánchez.