Autoridades civiles, militares y eclesiásticas,

Señoras y señores,

Amigos y amigas:

Muy buenos días a todos y gracias por asistir a este acto institucional de constitución de la nueva Corporación Municipal resultante de las elecciones locales del 22 de mayo

Se cumplen estos días 2 años y 9 meses desde que accedí a la Alcaldía de Alicante, una inmensa responsabilidad que asumí desde la humildad y con el firme propósito de mejorar la ciudad desde la dirección de un equipo de trabajo incansable cuyo objetivo no podía ser otro que laborar por y para los alicantinos, por y para una ciudad a la que amamos profundamente…

Un Alicante extraordinariamente rico tanto externa como internamente, que atraviesa momentos difíciles de los que sin duda saldremos con la única fórmula posible en estos casos: ilusión, compromiso y trabajo.

Aquel 17 de septiembre de 2008, como hoy, ofrecí y ofrezco la vara de mando a la ciudadanía alicantina, porque de ella emana el poder y a ella nos debemos todos los que hoy hemos tomado posesión de nuestros cargos.

Los ciudadanos y las ciudadanas de esta ciudad han querido que sea el Partido Popular, al que represento, el que administre los bienes públicos de la ciudad. Así lo han elegido libre y democráticamente en las urnas, y además lo han hecho de forma abrumadoramente mayoritaria, concediéndonos una representatividad histórica que, si cabe, no hace más que aumentar nuestro grado de compromiso con la ciudad y sus habitantes.

Gobernaremos pues esta ciudad durante los próximos cuatro años desde la lealtad, la honestidad, las más altas cotas de responsabilidad política y personal, y las absolutamente necesarias dosis de imaginación, vocación, obligación, ilusión y pasión que requiere seguir avanzando en los adecuados niveles de modernidad en un periodo de recursos limitados y dificultades para la institución y también para muchas familias alicantinas.

Lo dije durante la campaña electoral y me reitero ahora: no es momento de grandes proyectos ni majestuosas obras. Es tiempo de prudencia, de recortes, de austeridad máxima y de poner a prueba la capacidad de trabajo de un equipo configurado a partir de experiencia de gestión demostrada.

Creo sinceramente que estamos preparados para hacer frente a la situación y ejecutar proyectos absolutamente necesarios para el desarrollo y el bienestar de esta ciudad.

Es tiempo de ideas nuevas, de imprimir raciocinio a la gestión, y de destinar todos los esfuerzos y los máximos recursos a un objetivo común y necesario: la salida de la crisis y la generación de empleo.

Con los recursos propios y los que puedan llegar de administraciones superiores (provincial, autonómica, nacional y europea), continuaremos con el programa de embellecimiento de la ciudad, rehabilitando plazas, calles y barrios enteros… y vamos a activar proyectos encaminados sobre todo a que Alicante se convierta en el mejor escenario para invertir, porque la inversión pública y privada se traducirá en nuevos negocios, en nuevas oportunidades, y en trabajo para todos.

No será fácil, lo sé. Para llevar adelante ese trabajo necesitaremos del apoyo de todos. Y pediremos esa colaboración desde el convencimiento de que gobernar una ciudad no es asunto limitado a un grupo de 18 personas, sino una tarea común, de la colectividad, del conjunto de una sociedad que valora lo conseguido… una ciudadanía que quiere mejorar las cosas, y que además tiene ideas sobre cómo hacerlo.

Propuestas que recogeremos a través de los canales adecuados, porque consideramos que, precisamente ahora, en época de una crisis sin precedentes, es más necesario que nunca saber escuchar e intentar aplicar cuantas medidas oportunas puedan plantearse en esa línea, vengan de donde vengan.

Una de las máximas que sigo a rajatabla es la de que gobernar es dialogar, gestionar, celebrar… pero también reivindicar, censurar y pedir, sobre todo pedir para tu ciudad y sus gentes, y ese papel será una constante en mi trabajo, tanto desde la Alcaldía de esta ciduad como en el hemiciclo de las Cortes Valencianas, de las que formo parte desde el pasado jueves porque así también lo han decidido los electores.

Como hasta ahora, las puertas de la Alcaldía están abiertas a todos en aras de consolidar el necesario diálogo social. Debemos trabajar todos a una en la defensa de los intereses comunes, y me dejaré la piel por conseguir esos objetivos, superar carencias y resolver problemas.

Y cuando digo "puertas abiertas a todos", me refiero a todos, con la esperanza de que, esta vez sí, sea posible que todas las fuerzas políticas con representación municipal seamos capaces de dejar al margen lo que nos separa, sumemos fuerzas y cumplamos con nuestra obligación, la que nos exigen los ciudadanos, que no es otra que trabajar por y para la ciudad, sin sectarismos que tanto daño causan a las instituciones públicas y a la colectividad de sus representantes.

Para ello, considero necesario que entendamos que la política se dirime en los foros políticos y no en estamentos ajenos. Lo que las urnas han dicho no puede modificarse en otros lugares.

La necesaria labor de oposición debe realizarse también desde la lealtad a la institución, con actitud colaboradora, y eso no significa descartar el espíritu crítico. El resentimiento permanente y el sobresalto, cuando no el odio, no es buena estrategia. Atacar a la dignidad de las personas por sistema no se traduce en rédito electoral, como se ha comprobado, sino en contundente voto de castigo.

Invito pues a todos los partidos integrantes en esta Corporación a sumarse al trabajo común. A plantear propuestas sinceras y realizables para mejorar la ciudad… En definitiva, les invito a ponerse al servicio de los ciudadanos para resolver los problemas con celeridad y hacer de Alicante una ciudad más próspera y llena de oportunidades.

Juntos seremos capaces de hacerlo, pero si los idearios, las consignas y el maniqueísmo lo impiden, que no se preocupe la ciudad, porque el equipo de gobierno sabrá estar a la altura y laborará las 24 horas del día por conseguirlo. Nuestra obligación es darlo todo por Alicante, y garantizo que así será.

Lo haremos, sin duda, con la colaboración y el trabajo del funcionariado del Ayuntamiento, integrado por grandes profesionales a quienes debemos el buen funcionamiento de la institución y a quines felicito por su trabajo diario.

Y lo haremos contando con la colaboración, siempre demostrada, de los representantes de la sociedad civil. Colectivos ciudadanos de todo tipo cuya participación en la vida pública es imprescindible para el desarrollo presente y futuro de la ciudad; voces plurales de las que surgen nuevas ideas, vías de entendimiento y medidas de acción siempre constructivas, cuya labor agradezco de todo corazón porque, como les digo a ellos a menudo, todo ese bagaje, todo ese trabajo, colabora a hacer y conseguir la ciudad que todos queremos.

Éste ha de ser el mandato, también de las reclamaciones. De las administraciones superiores no queremos una cosa, ni dos ni tres. Lo queremos todo para nuestro Alicante, una ciudad que, como todas, tiene muchas necesidades y recursos siempre limitados. Una ciudad apacible y trabajadora que ha reclamado, y reclamará, lo que en justicia se merece.

Y que lo hará en todos los organismos que sean necesarios y en cuantas ocasiones sean necesarias.

Conozco de antemano la predisposición de la institución provincial para mimar a la capital, y sé positivamente, porque ya me lo han trasladado así, que los integrantes del gobierno valenciano, con su President a la cabeza, estarán a la altura y atenderán nuestras peticiones.

Pero no han de ser éstas las únicas administraciones colaboradoras. Es mucho lo que esta ciudad aporta a las arcas nacionales, y en buena lid ha de ser correspondida. A ellos nos dedicaremos en cuerpo y alma, como a tramitar cuantas aportaciones estén regladas de los organismos de la Unión para el desarrollo de sus ciudades.

Ha llegado el momento de la segunda descentralización. Ha llegado el momento de que las administraciones locales, las más próximas al ciudadano y por tanto las que más solicitudes han de atender y problemas resolver, mejoren en sus políticas de financiación. Sólo así alcanzaremos la justicia presupuestaria y podremos hacer frente a inversiones y mantenimiento de servicos públicos.

Llamaremos pues a todas las puertas, y lo haremos con decisión.

El esfuerzo que exijo a mi equipo y que reclamo a la oposición, debe ser compartido por Valencia, Madrid y Bruselas, porque a nadie se le escapa que asuntos importantes para esta ciudad competen con exclusividad a Gobiernos de superior rango, y los han de atender sin distingos ideológicos.

Como ha popularizado un mandatario internacional de primerísimo nivel, "Sí, podemos". Yo completo la frase: "Sí, podemos, y vamos a hacerlo". Por Alicante. Por nuestra gente.

No es momento de discursos derrotistas ni de los habituales agoreros. Alicante es una gran ciudad, en la que se vive bien y en la que sin duda viviremos mejor. Una ciudad vitalista, alegre, llena de gente trabajadora y leal que se siente orgullosa de su tierra como lo está su alcaldesa.

Una ciudad que crece en población a la que ahora, ciertamente, se le plantean mil preguntas acerca de su futuro… porque es verdad que la incertidumbre hace su entrada en escena cuando se oyen voces que plantean un cambio en el modelo productivo.

Creo que es un buen momento para despejar algunas de las incógnitas, para ratificarnos en que Alicante es y será una ciudad de servicios, capital de provincia, que se dispone a acoger proyectos de primer nivel que la convertirán, si todo culmina como es deseo de quien les habla, en todo un referente cultural internacional.

Sí, a no mucho tardar vamos a ser noticia porque demostraremos que somos capaces de reaccionar y referenciar la ciudad en sectores únicos que reactivarán la economía.

Turismo y Cultura serán pues ejes fundamentales de nuestro desarrollo futuro, entendiendo ese futuro a muy corto plazo… tanto que lo limito a este mismo mandato municipal.

Pero no serán éstas nuestras únicas líneas de trabajo. Ya hemos anunciado que pronto, muy pronto, comenzará a tomar forma un parque tecnológico en el que tendrán cabida firmas nacionales e internacionales destacadas por potenciar lo que en economía venimos en llamar I+D+I. Investigación, Desarrollo e Innovación es la clave del futuro.

Disponer y aportar suelo para industrias punteras no contaminantes es el objetivo, ya en marcha, que comenzará a dar frutos quizás incluso antes de que este país empiece a remontar esta durísima crisis a la que nos hemos visto abocados.

Naturalmente, todas las actuaciones previstas requerirán de nuevas infraestructuras y modernos sistemas de comunicación por los que llevamos años luchando y que están muy avanzados.

Pronto llegará la alta velocidad ferroviaria a Alicante. Tras muchos años de reivindicaciones lo hemos conseguido, y ahora sólo resta guerrear para que lo haga en las mejores condiciones, porque las oportunidades de negocio se multiplicarán sin duda, y eso se traducirá en lo que más necesitamos: empleo.

El AVE era nuestro tren, y metafóricamente les digo que lo hemos cogido a tiempo.

La ciudad avanza, se moderniza, mejora día a día. Y lo hace con rapidez, como reclaman los alicantinos.

Cuando apenas nos había dado tiempo a regocijarnos por las magníficas obras de acceso a la ciudad por el norte, han comenzado las actuaciones por el sur, superando carencias históricas y eliminando de un plumazo imágenes impropias de una ciudad moderna del siglo XXI.

Ya nadie habla en esta ciudad de inundaciones. Ya nadie duda de la acertada implantación del tranvía como medio de transporte rápido, vertebrador, eficaz y moderno.

Todos los barrios de Alicante disfrutan hoy de servicios públicos vitales de los que hace unos años carecían… Ya son muy pocas las voces derrotistas, porque el avance es innegable, y hemos sabido cosechar las mieses de un trabajo bien hecho, con inversiones de muy diversa procedencia pero que, insisto una y otra vez, al final salieron y salen del bolsillo de todos los alicantinos y todas las alicantinas.

Y la pregunta es: ¿tenemos carencias?

La respuesta: muchas, y de muy diversa índole. Alcanzar la ciudad que todos queremos no es tarea de unos cuantos mandatos. Es un trabajo constante, de permanente atención.

Por ello, por ejemplo, daremos un nuevo y definitivo impulso al Plan de Rehabilitación Integral de la Zona Norte, para que sus barrios se equiparen en servicios y nivel de vida al resto de la ciudad, y paralelamente mantendremos las actuaciones previstas en el Plan Centro y resto de barrios de la ciudad.

Pronto tomará forma también una renovada fachada litoral, con todo lo que ello implica. Crecerán las zonas verdes y zonas de esparcimiento ciudadano, y trabajaremos con ahínco por superar barreras sociales y dramas familiares que tanto nos agobian y preocupan hoy.

Trabajaremos en positivo, y siempre con la mirada puesta en el objetivo primero y principal: la ciudad de Alicante.

Desde esta institución así lo haremos los 29 integrantes de la Corporación Municipal, cada cual en el papel que le han reservado las urnas. Y también lo harán, estoy segura de ello, los más de 330.000 habitantes que compartimos espacio, ilusiones y esperanzas.

El slogan que escogí para mi campaña electoral no era gratuito ni fortuito. "Cuenta conmigo", decía.

Permítanme pues la licencia de terminar hoy este discurso institucional como lo hice en 2008, con unas palabras que hago mías y que en un momento de inspiración construyó Mario Benedetti:

ustedes saben

que pueden contar

conmigo,

no hasta dos

o hasta diez,

sino contar

conmigo

Muchas gracias a todos