La nueva legislatura de las Cortes arrancó con tensión dentro del hemiciclo y con una carga policial contra los indignados del 15-M, que aprovecharon la constitución del parlamento autonómico para elevar el tono de sus protestas. El enfrentamiento entre la Policía y los manifestantes se saldó con 18 heridos -uno de ellos el diputado de Compromís Juan Ponce, agredido con una porra en un brazo- y cinco detenidos. Concentrados desde primera hora de la mañana en los aledaños de las Cortes, los indignados del 15-M lanzaron consignas contra la corrupción e increparon a dirigentes socialistas y populares a la salida del Palau de Benicarló, a pesar de los esfuerzos policiales para mantener un cinturón de seguridad para tratar de evitar los altercados.

Los incidentes en la calle y la tensión que se vivió en el interior del hemiciclo evidenciaron la complicada situación política y económica que atraviesa la Comunidad con cerca de 600.000 parados, un Consell que espera tomar posesión para aplicar la tijera en los servicios públicos, la supresión de las líneas en valenciano y, sobre todo, con las investigaciones por corrupción azotando al PP de norte a sur con el caso Fabra; la operación Brugal en todas sus variantes y tramas; y, finalmente, el procedimiento ligado a la red Gürtel, que salpica directamente a Francisco Camps. La Cámara autonómica celebraba ayer la constitución de su octava legislatura con la elección de Juan Cotino como presidente de las Cortes y un hemiciclo que, por vez primera desde 1995, volvía a albergar a cuatro grupos parlamentarios. Al PP y al PSPV se suman Compromís como tercera fuerza y también Esquerra Unida.

En ese escenario, en la madrugada del miércoles al jueves, los integrantes del colectivo 15-M se concentraron en la calle Navellos, una vía peatonal de Valencia que conduce a la entrada principal de las Cortes. Decenas de jóvenes durmieron al raso. Al filo de las siete de la mañana, más de tres horas antes de que se iniciara la sesión parlamentaria, la Policía intentó desalojar de forma "pacífica" a los indignados del 15-M y estableció un perímetro de seguridad acotado con vallas alrededor del Palau de Benicarló, que se convirtió, de esta manera, en una especie de "bunker" al que sólo podían acceder los trabajadores de las Cortes y los diputados.

Los seguidores del movimiento surgido en las jornadas previas a los comicios del 22-M fueron aumentando con el paso de las horas y se distribuyeron a lo largo de todo el perímetro acotado. Sobre las nueve de la mañana se registró el primer incidente. Una joven se negó a moverse cuando la Policía intentaba abrir un pasillo para que los funcionarios y diputados accedieran al parlamento. Fue la primera arrestada por desobediencia y alteración del orden público. Pese a la espiral de tensión y al cruce dialéctico entre los antidisturbios y grupos de indignados, la protesta se mantuvo más o menos tranquila hasta el mediodía. Sobre la una de la tarde, con la sesión parlamentaria ya finalizada, la tensión se desbordó.

Tres agentes traspasaron una de las vallas para identificar y denunciar a una joven que estaba increpando a la Policía. Algunos de sus compañeros trataron de impedirlo lo que provocó una intervención policial, en algún momento, de extrema dureza. Los agentes se emplearon a fondo aunque también recibieron puñetazos y una lluvia de objetos. Se registraron, finalmente, 18 heridos, ocho de ellos agentes, uno de los cuales tuvo que ser atendido por un corte provocado a raíz del impacto de unas tijeras en la cara. Una mujer de 55 años tuvo que ser ingresada en un hospital con contusiones en la cara y la cabeza aunque su estado no reviste gravedad. Otras tres personas fueron atendidas en las inmediaciones de las Cortes por contusiones leves. Mónica Oltra y Enric Morera, parlamentarios de Compromís, y el socialista Manuel Mata, que terminaba su mandato en las Cortes, se ofrecieron a defender a los indignados. EU reclamó la dimisión de la delegada del Gobierno.

Uno de los agredidos por la Policía fue Juan Ponce, diputado de Compromís. El parlamentario, que tuvo que ser examinado por un médico, salió a acompañar a su familia y, a la vuelta, se paró para atender a una señora que se había desmayado y a un chico, relató Ponce, que "sangraba por la cabeza". Recibió un golpe de porra en un brazo. Compromís estudia acciones legales contra los policías por la agresión. Después del enfrentamiento, la tensión continuó durante la salida de los diputados e invitados que asistieron al ágape posterior a la sesión de las Cortes. Sólo estuvieron en la celebración los parlamentarios del PP y el PSPV. Los diputados de Compromís y EU, por su parte, no fueron al rechazar el coste de un festejo que supuso un desembolso de 18.000 euros. El socialista Joan Lerma, ex presidente de la Generalitat y senador territorial, fue uno de los más increpados y requirió de protección policial. El PP condenó los ataques a la figura de Lerma. Sobre las 14.30 horas, coincidiendo con la conclusión los actos institucionales, los indignados se autodisolvieron y la Policía levantó el cerco de seguridad.