La corrupción continúa en el epicentro de la actualidad política valenciana. El secretario general del PP de la Comunidad, Antonio Clemente, anunció ayer que el Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid ha abierto "diligencias penales" contra el líder del PSPV, Jorge Alarte, por la elaboración y publicación del "Informe de la Corrupción en la Comunidad Valenciana".

Los socialistas presentaron ese documento en Madrid durante la precampaña y recogieron en él los principales escándalos que han salpicado al PP durante los últimos años. Gürtel, Brugal, el caso Terra Mítica, las supuestas irregularidades en la concesión de subvenciones a ONG... El informe recoge también un mapa de la corrupción y pone cara a los cerca de 60 dirigentes populares que aparecen en él por haber cometido supuestas irregularidades durante su gestión.

Pues bien, ese documento puede volverse ahora en contra del PSPV. El tribunal madrileño ha admitido a trámite la denuncia que interpuso el PP valenciano e indagará si Alarte cometió un delito de injurias y calumnias, penado hasta con dos años de cárcel, según remachó Clemente.

"La denuncia se tramita en Madrid, porque fue en esta ciudad donde Alarte presentó el documento falso y tendencioso en el que se afirma que hasta 60 autoridades de la Comunidad están implicadas en casos de corrupción, menoscabando su honor e imagen pública, casualmente ante la cercanía de las elecciones y con un anuncio a bombo y platillo desde Madrid", señaló el dirigente popular.

Y añadió: "La estrategia de acoso y derribo y la bandera del todo vale que el PSPV ha enarbolado durante estos años tiene consecuencias. Primero han sido las urnas y ahora será la justicia la que pase factura a la política difamatoria de Alarte".

El secretario general del PP valenciano también quiso recordar que las "constantes" denuncias socialistas de corrupción no han ayudado en nada a los socialistas. "Esta política no le ha servido al PSPV ni para superar la cita con las urnas con un mínimo de dignidad, ya que han obtenido el peor resultado de su historia". Esa "diferencia" entre PP y PSOE se ha agigantado debido a que los populares "han estado en la calle, con la gente, hablando de sus problemas y proponiendo soluciones", mientras los socialistas "se han dedicado a insultar y atacar al PP".

Réplica socialista

Nada más tener conocimiento de la noticia, las reacciones socialistas no se hicieron esperar. El primero en hablar fue el propio Alarte. A la conclusión del comité federal en Ferraz, el líder del PSPV aseguró que la denuncia del PP es una muestra más "del modelo autoritario" de Camps. "Seguiremos denunciando la corrupción", apostilló.

Poco después, la diputada Clara Tirado puntualizó que a los socialistas "no nos preocupa que el Partido Popular vuelva a activar su estrategia de persecución a la oposición". Es más, incluso consideran "un honor" sentirse "perseguidos por una banda de presuntos delincuentes".

Por último, Tirado hizo referencia al último auto del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana sobre la trama Gürtel. En él, "la cúpula del PPCV se confirma como un ejército de imputados en casos de corrupción", resaltó.

Valcárcel: "Camps es un hombre honrado"

El presidente electo de la Región de Murcia y uno de los barones territoriales del PP, Ramón Luis Valcárcel, salió ayer en defensa de Francisco Camps y se mostró convencido de que su homólogo en la Comunidad no se ha vendido a una trama corrupta por tres trajes. "Es un hombre honrado que no ha incurrido en delito alguno", apuntó. Valcárcel también se inclinó por que a partir de ahora "se decida qué queremos hacer y si juegan o no en la vida de lo público los imputados, sean del nivel que sean".

Preguntado si piensa que el voto popular limpia a los imputados por casos relacionados con la corrupción, apuntó que la gente "sabe lo que vota y lo que quiere, lo que pone de relieve que, aun cuando puede haber procesos de ámbito judicial, esto no excluye el que el votante pueda calibrar la magnitud del proceso, si se llevó el dinero o no se lo llevó". También abogó por que "se marquen unas reglas del juego y se trace una línea sobre la cual se sabe qué es lo que no hay que pasar y hasta dónde puedo quedarme, de manera que si se salta la línea hemos de quedar todos de acuerdo de que se acabó lo que se daba y no hay posibilidad de estar en política". EUROPA PRESS