Satisfecho, risueño y seguro de que su futuro al frente de la Diputación está garantizado. Así compareció ayer el presidente provincial del PP, Joaquín Ripoll, para valorar los resultados electorales que han encumbrado a su partido tanto a nivel provincial como autonómico. Minutos antes, el titular de la institución mantuvo un cónclave con su Ejecutiva y lanzó un mensaje de tranquilidad a sus fieles. "Voy a ser el presidente de la Diputación", les recalcó. Poco después, ya a preguntas de los medios de comunicación, el mensaje fue idéntico. "Siempre se ha especulado con mi continuidad, pero puedo decir que voy a ser el presidente de la Diputación Provincial. Eso no está en discusión", reiteró, tal y como ya había proclamado durante toda la semana.

Joaquín Ripoll quiso despejar así cualquier atisbo de duda. Tanto dentro del partido, como de cara al exterior. Y para reforzar su postura, el presidente provincial del PP sacó los números a la palestra. "En estas elecciones hemos subido 15 concejales en la provincia en los municipios de más de 20.000 habitantes, y 32 en los de menos de 20.000", aseveró para sacar pecho. Aunque sus palabras se quedaron ahí, el mensaje que subyace de esa declaración va más allá. La confección de las listas populares en las poblaciones de más de 20.000 ciudadanos competen en última instancia a la dirección regional, es decir, Valencia; mientras que las de menos de esa cifra quedan en manos de la dirección provincial. Es decir, de Ripoll. Al menos, a la hora de su validación. Y los números no engañan.

Esta fue la forma sutil con la que Ripoll trató de aplacar la polémica que se ha suscitado durante los últimos días. La dirección regional entiende que el presidente de la Diputación ha perdido peso en la provincia al no conseguir el PP las mayorías absolutas de Orihuela, Alcoy y Villena -sus tres principales bastiones- y cree que podría acceder a la institución un dirigente afín a Camps. Sin embargo, no tiene intención de avivar la guerra interna y ha lanzado un pacto a Ripoll: le garantiza un tercer mandato, pero a cambio debe incluir en el Palacio Provincial a al menos 12 dirigentes campistas de los 20 diputados que ha logrado el partido. El presidente provincial del PP, no obstante, cree que las urnas son un aval más que suficiente para formar su equipo. O que al menos, el grueso de los diputados sí sean de su plena confianza. Cuestionado sobre las conversaciones que ha mantenido al respecto con dirigentes de la dirección regional, Ripoll confirmó que sí ha habido contactos, aunque no quiso aclarar con quién. "He hablado con gente", se limitó a decir.

Balance

La Ejecutiva popular de ayer, futuribles al margen, se centró en analizar los resultados electorales que ha cosechado el partido. "Sumando todos los votos autonómicos de la izquierda, el PP aún se sitúa por encima. Hemos logrado el 51%, mientras que Compromís, EUPV y el PSPV se han quedado en el 41,1%", desgranó Ripoll. Además subrayó que la provincia lidera el porcentaje de sufragios para el PP en la Comunidad, consideró "positivos" los resultados en todos los municipios alicantinos -incluidos los de Orihuela, Alcoy y Villena- y apuntó que el 11 de junio -día que se constituyen los ayuntamientos- habrá cerca de 100 alcaldes del PP en la provincia. Por último, anunció que durante la próxima semana se analizarán los resultados en las diferentes comarcas, con visitas programadas a todas ellas desde el lunes hasta el viernes.