José Císcar, durante la última legislatura delegado del Consell en Alicante, se perfila como el hombre fuerte de la provincia en el nuevo Ejecutivo autonómico. Todas las quinielas sitúan a Císcar, tras la frustrada maniobra para que ocupara la presidencia de la Diputación, al frente de un puesto clave en el nuevo Consell de Francisco Camps que, de forma obligatoria por el impacto de la crisis económica, quedará limitado, como máximo, a ocho o nueve carteras. Junto al hasta ahora delegado del Gobierno valenciano en Alicante, Mario Flores también aparece como uno de los consellers con bastantes papeletas para mantener su puesto después de los comicios del 22-M. La organización del Gobierno no se decidirá, de cualquier manera, hasta la segunda quincena del mes de junio.

Pero, en todo caso, el primer hito con el que arrancará la nueva legislatura será la constitución de las Cortes, prevista para el 9 de junio. Las relaciones entre populares y socialistas quedaron rotas durante el mandato que ahora termina. La durísima batalla de Ángel Luna, síndic del PSPV, contra el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, a cuenta del caso Gürtel condiciona la vía de los acuerdos. De salida, el PP maniobrará para intentar que la Mesa, el órgano que dirige el hemiciclo autonómico, tenga representación de los diferentes grupos con parlamentarios en el hemiciclo. Pero la aritmética, en este caso, permite a los socialistas esquivar ese riesgo. Con sólo un diputado menos, el PSPV sí hubiera tenido problemas para mantener su actual presencia en el principal órgano de las Cortes Valencianas.

Se trata de una vía que el PP piensa explorar para ir reduciendo los espacios de representación institucional de los socialistas. Bajo ese patrón, los populares podrían rebajar el papel del PSPV en el consejo de administración de Ràdio Televisió Valenciana o del Consell Valencià de Cultura, por citar sólo algunos ejemplos. Pero eso tendrá que venir. En ese primer trámite parlamentario debe elegirse el nuevo presidente de las Cortes. En las filas populares se barajan los nombres de Alejandro Font de Mora, Gerardo Camps o, incluso, del exalcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi.

Un sector del PP, sin embargo, entiende que Gerardo Camps, que podría quedar fuera del Consell, ejercería mejor su labor como síndic. Es un orador muy apreciado por la bancada popular aunque, no obstante, otro grupo dentro del PP estima que debe seguir Rafael Blasco. Se avecina un mandato de duros debates con tres grupos parlamentarios en la oposición y entienden, en este sentido, que Blasco, que seguirá en el Consell, es el que más habilidad tiene para afrontar el mandato. La solución intermedia podría ser la elección de Serafín Castellano, que dejaría el Consell para retornar a su tarea como síndic del PP en las Cortes. Pero esa decisión está todavía por tomar. Con 55 diputados, en todo caso, los populares tienen muchas cartas con las que jugar.