Ni las peores encuestas vaticinaban el estrepitoso batacazo electoral que se dieron el domingo los socialistas alicantinos y los reproches dentro del partido no se han hecho esperar. Si en algo coinciden los militantes es en que la crisis no es la única culpable de la histórica derrota y en que hay que mirarse al ombligo. Algo no funciona dentro del PSOE que, con la deblace, ha terminado de desquebrajarse y hay quienes han empezado a exigir que se depuren responsabilidades y comiencen a rodar cabezas.

"Existe una gran responsabilidad del partido a nivel local", asegura María José Adsuar, que fue concejala durante este último mandato y que se ha quedado fuera del Ayuntamiento al ocupar el puesto número diez de la lista electoral. "Hay una falta de movilización entre los propios militantes y hemos perdido el pulso con los ciudadanos. Se ha estado haciendo oídos sordos durante mucho tiempo y ahora es muy fácil decir que vamos a trabajar", sostiene Adsuar, quien un día después de la derrota en las urnas asevera que "es momento de no callarse y de exigir que cada uno asuma la responsabilidad en el grado que le toque".

A nadie se le escapa que "los resultados en Alicante han sido peores" que en otras ciudades de España, por lo que considera que "debe haber dimisiones" y, por ello, está dispuesta a "exigir responsabilidades donde toque". En su opinión, esa responsabilidad "no es sólo de Elena Martín, sino de la dirección del partido y de los responsables de la campaña".

La posición de Adsuar es la que mantienen otros militantes, como Lalo Díez, también concejal del mandato anterior, defenestrado de las listas electorales socialistas y actual miembro de la ejecutiva nacional del PSPV. Su descontento con la gestión era visible desde hace tiempo y, tras la derrota, no ha tardado en exigir dimisiones. "Se necesita una nueva dirección y hay quien debe poner su cargo a disposición del partido: Elena Martín, como secretaria de organización, Jorge Alarte, como secretario general del partido y Roque Moreno como secretario general de la agrupación local".

En su opinión, "las cosas se han hecho mal y las causas no son extrapolables a la crisis". En el caso de Martín, Díez considera que debe dejar su cargo como secretaria de organización del partido, pero no como nueva concejala. "No puede cometer el mismo error que Etelvina Andreu".

La derrota ha sido el detonante entre el sector más crítico, pero el malestar es evidente dentro de las filas socialistas, donde a nadie se le escapa que, más allá de la crisis, hay que hacer un análisis a fondo de lo que ha ocurrido en Alicante, donde el PSOE ha perdido seis concejales de un plumazo mientras el PP ha revalidado su quinta mayoría absoluta ganando tres ediles. La propia Martín, tras conocer el fracaso electoral admitió que, si bien a simple vista los malos resultados podrían ir ligados a un voto de castigo por la gestión de la crisis económica, habría que hacer autocrítica. Roque Moreno, quien ayer no contestaba al teléfono, sí admitió durante la noche electoral el "duro golpe" para el PSOE local y consideró que al margen de la crisis habría que estudiar otros factores específicos en Alicante.

La que sí habló ayer fue la número tres de la lista local y hasta ahora portavoz del grupo municipal socialista, Carmen Sánchez Brufal, quien consideró que el resultado electoral "ha sido un varapalo muy fuerte en toda España que nos debe llevar a una reflexión muy profunda". Las tesis de Brufal sobre la derrota se encaminan a la actual situación económica: "Los ciudadanos han pedido la salida a la crisis con políticas de derechas". Pero, coincide en que en Alicante "ha habido un problema añadido". Para ella, la "inestabilidad" en el grupo municipal socialistas por el que, recordó, "han pasado tres portavoces" durante el último mandato se ha unido "a la difícil situación dentro del grupo, que a nadie se le escapa y ha hecho mucho daño". No sólo eso, Brufal cree que la "política populista" de Sonia Castedo "a base de utilizar mucho dinero público" ha sido "recompensada por los ciudadanos". En su opinión, ahora el nuevo grupo municipal socialista tiene el reto de "ir al fondo del problema y crear nuevas estrategias".

Por eso mismo aboga uno de los nuevos concejales del PSOE para este mandato, Pablo Rosser, quien incide en que "cuando se constituya en nuevo Ayuntamiento el 11 de junio, el grupo tendrá ya una estrategia para llevar adelante". Al respecto, señaló que "habrá que hacer oposición" y que no es momento "de regañar a nadie, sino de trabajar sin ponernos orejeras".