Jorge Alarte, el candidato que ha llevado al PSPV a los peores resultados de su historia, ha optado por parapetarse en la trinchera. Dijo, en su día, que se marcharía si sacaba un voto menos de los que obtuvo Joan Ignasi Pla, aspirante a la Generalitat de los socialistas valencianos en 2007. No cumplió. Y no se ha quedado a una papeleta de Pla. La sangría ha sido de 155.000 votos. Un desplome que ha arrastrado a los alcaldes del PSPV, apartados de feudos históricos como Elche o Sant Joan d'Alacant. Durante la ejecutiva que los socialistas valencianos celebraron durante la jornada de ayer para analizar la crisis interna, Alarte rechazó marcharse y obvió la petición, realizada por el aún concejal de Alicante Lalo Díez, de convocar un congreso extraordinario y elegir otra dirección.

Ante los miembros de su ejecutiva, el discurso de Alarte no varió ni un ápice del que ofreció durante la noche electoral. Poca autocrítica y atribución del batacazo en las urnas a la crisis económica. Y negativa a dimitir, a pesar de que el PSPV ha logrado los peores resultados de los treinta años de autonomía. "Era otro momento", vino a justificar Alarte para esquivar la promesa que hizo en su día de marcharse si quedaba por debajo de Joan Ignasi Pla. En una ejecutiva que controla casi a su antojo, Alarte encontró pocas voces críticas. Y sí muchos discursos retóricos sobre la incacapacidad de transmitir el mensaje y de conectar con los ciudadanos, los mismos argumentos que los socialistas valencianos vienen exhibiendo desde el año 1995, cuando perdieron la Generalitat. Nadie puso sobre la mesa soluciones. Elena Martín, número tres del PSPV y la candidata socialista que ha sufrido en Alicante la peor derrota electoral de toda España en una capital de provincia, habló del "reto" que supone salir del pozo.

Precisamente, fue Lalo Díez, defenestrado por Elena Martín de la candidatura municipal de Alicante, el que consideró "agotado" el proyecto de la ejecutiva que lidera Jorge Alarte y solicitó un congreso extraordinario del PSPV para elegir una nueva dirección que ponga freno al deterioro de una organización que viene padeciendo un progresivo goteo de bajas de afiliados y que, elección tras elección, ve menguada su representación municipal y autonómica. Nadie le acabó cogiendo el guante de forma directa. Nadie se atreve a asumir la responsabilidad de un varapalo que hunde al PSPV.

Una de las grandes derrotadas de la jornada electoral, la secretaria provincial del PSPV, Ana Barceló, apartada de la alcaldía de Sax, no secundó el mensaje de Lalo Díez pero sí habló, con toda la intención, de la integración, en clara referencia a los enfrentamientos entre la dirección de los socialistas valencianos y la cúpula provincial de Alicante.

Así las cosas, de momento, la única solución que aportó Alarte al desaguisado fue la clásica: convocar de urgencia al comité nacional del PSPV, máximo órgano entre congresos, para el próximo domingo con el objetivo de que los notables socialistas hagan terapia de grupo y se desfoguen. Fue el propio líder del PSPV el que confirmó la decisión y, tras asegurar que nadie le ha pedido la dimisión, expresó su deseo de "tirar hacia delante" y de realizar una "reflexión a fondo", aseguró. Alarte anunció que el próximo sábado participará en la reunión del comité federal del PSOE. "Voy a realizar una reflexión sobre el discurso de la izquierda y nuestra explicación sobre lo que hacemos", explicó. "Es importante explicar nuestras políticas desde la responsabilidad pero también desde un discurso netamente socialdemócrata, moderno e inteligible para los ciudadanos", aseguró el dirigente socialista que, sin un gramo de autocrítica, aseguró que el PSPV está en la media del partido en el conjunto de España y que, incluso, ha bajado menos que en otras autonomías.

La dirección del PSPV atribuyó el resultado de las elecciones, en gran medida, a la crisis económica y a la enorme tasa de paro. "El anhelo de los ciudadanos se centra en el empleo y, en esa dirección se han producido las votaciones", comentó. Por ello, Alarte consideró que los socialistas "tenemos que hacer un esfuerzo para reconstruir nuestro discurso" y dirigirlo "directamente" a este objetivo que es el empleo. El dirigente socialista aseguró que han tomado nota del "mensaje" que les han lanzado los ciudadanos a través de las urnas. "La aspiración de los ciudadanos es el empleo y tenemos que articular un mensaje en esa línea", aseveró Jorge Alarte.

El dirigente reclama celebrar las primarias ya para clarificar el liderazgo en Madrid

El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, reclamó ayer la puesta en marcha del proceso de primarias para poder "despejar incógnitas" respecto al liderazgo de los socialistas y que los españoles "tengan las cosas claras". "Hay que ponerse a trabajar de cara a las elecciones generales de 2012; tenemos que decirle a los españoles quién es nuestro candidato y nuestro programa. Hay que ponerse a trabajar ya", aseveró Jorge Alarte. Preguntado por si el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, debería acabar la legislatura, el dirigente de los socialistas valencianos apuntó que la legitimidad de una legislatura no la otorga su opinión personal sino "los ciudadanos en las urnas" y "la validez es de cuatro años".

"A partir de ahí, en cumplimiento de la Constitución, sólo el presidente del Gobierno si esa confianza está extinguida o no", aseveró el dirigente de los socialistas valencianos sobre la situación que afecta a Zapatero. "En cualquier caso, esperamos -añadió Jorge Alarte- la reflexión del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE en la reunión que el comité federal celebrará el próximo sábado".

"El nuestro es un problema colectivo, es un reto y una responsabilidad global del conjunto del PSOE, de toda España y también de la Comunidad Valenciana", apuntó Alarte, antes de aclarar que acude a ese comité federal con el "objetivo de despejar incógnitas". "No se trata de ningún problema de posicionamiento ideológico, sino de mejorar el mensaje y de articular las herramientas para transmitirlo", aseveró antes de felicitar a Compromís, tercera fuerza política de la Comunidad Valenciana, y de EU por sus éxitos electorales. EFE