"Gracias por confiar y ayudarnos a hacer historia". Con estas palabras inició ayer Francisco Camps su intervención tras confirmarse la nueva mayoría absoluta con la que el Partido Popular (PP) gobernará en la Comunidad Valenciana durante los próximos cuatro años. Ante un auditorio abarrotado, el líder de los populares insistió en que las cifras alcanzadas han "vuelto a demostrar, una vez más, la madurez de la democracia y la libertad de los ciudadanos para seguir construyendo el futuro de esta autonomía".

Franqueado por la alcaldesa de Valencia-quien revalidó también su plaza al frente del Consistorio- Rita Barberá, así como por la directora de campaña del PPCV, Paula Sánchez de León, Camps apostó por la sutileza y pidió a los ciudadanos que afronten con confianza el nuevo camino que se abre. Un escenario "en el que no saldrá de nosotros una palabra de confrontación y en el que el pasado no tiene valor por lo que a los que se mueven en ese terreno les digo hasta siempre, ya que lo importante es el mañana".

Unas palabras que arrancaron los mayores aplausos de los asistentes y que Camps -que se presentaba a estas elecciones imputado por un supuesto delito de cohecho pasivo impropio en la investigación judicial valenciana del caso Gürtel-remató asegurando que "se trata de unos resultados históricos, porque hemos vuelto a ganar las elecciones y nunca antes había habido tanta diferencia de diputados autonómicos entre el primer y el segundo partido".

Resultados en manos, un recuento en el que el PP se asentaba en los 55 escaños en el hemiciclo autonómico, el jefe del Consell, quien afronta su tercer mandato como presidente, no pasó por alto la radiografía electoral de los socialistas valencianos, un partido que, según subrayó, "ha quedado desfondado tanto en la Comunidad Valenciana como en el resto de puntos nacionales".

Camps incluyó así en su discurso a otras comunidades como es el caso de Madrid o de Castilla La Mancha, donde los populares han asentado sus mayorías. Una presentación que sirvió al presidente para centrar su discurso en la "necesidad del cambio absoluto" que necesita España y que, "como han constatado estas elecciones ya ha comenzado a fraguarse y se constatará en la cita de las próximas elecciones generales, que culminará también con un presidente de gobierno de España del PP".

De igual manera, y bajo los apuntes de una Rita Barberá eufórica, Camps puso sobre la mesa las "conquistas" más destacadas en estos comicios por el Partido Popular. Una lista de municipios en la que integró feudos con una amplia tradición de victorias socialistas como son los casos de Gandía en Valencia o la localidad de Elche.

Haciendo balance, Camps subrayó que "ha valido la pena la espera y el esfuerzo, porque los valencianos hemos hecho historia" y se comprometió a asumir "con seriedad el apoyo mayoritario de los ciudadanos y la continuidad de un proyecto de trabajo responsable para asegurar la prosperidad y la defensa de nuestras señas de identidad".

Por su parte, la directora de campaña del PP de la Comunidad Valenciana, Paula Sánchez de León, agradeció también a los ciudadanos su implicación en estas elecciones y se refirió principalmente a los jóvenes que "han participado en estos comicios, muchos de ellos por primera vez, por el apoyo masivo al PP". Un respaldo que la dirigente popular atribuyó al hecho de que la juventud "ha entendido que sólo el PP puede representar una alternativa de futuro sólida como la que ellos necesitan", por lo que se comprometió a seguir trabajando "con firmeza para no fallarles".