Las concentraciones de apoyo surgidas en las plazas de las principales capitales españolas están lejos de tener una única explicación. Son indignados, decepcionados por el sistema político al que acusan de corrupto. Eso es lo que transmiten y así lo ha entendido el New York Times desde la otra parte del Atlántico.

A 48 horas de las elecciones autonómicas y municipales, el importante rotativo norteamericano pone el caso de Francisco Camps y su supuesta implicación en Gürtel como el ejemplo perfecto para explicarle a sus lectores por qué la sociedad española ha salido a la calle. "Cientos de personas, en su mayoría jóvenes, han tomado las calles de Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades esta semana, exigiendo el final de la corrupción de los partidos mayoritarios", cuenta en un artículo publicado hoy.

Así, el reportaje explica que algunos de los manifestantes centran sus protestas en la "lucha contra la corrupción", en referencia al movimiento 'No les votes', "cuyo manifiesto empieza avisando de que la 'corrupción en España ha alcanzado niveles alarmantes'".

Para el New York Times, el caso de Francisco Camps en la Comunitat Valenciana simboliza a la perfección las frustraciones de unos ciudadanos que ven cómo un político acusado de corrupción accederá con toda probabilidad al poder, beneficiado por un sistema político y de partidos que, dicen, favorece a los mayoritarios. "El domingo, Francisco Camps será previsiblemente reelegido como presidente de la Generalitat Valenciana", escribe el periodista Raphael Minder, que recuerda que "a finales de año, sin embargo, es probable que se vea en los tribunales afrontando cargos de soborno, como parte de una amplia investigación de corrupción que también afecta a varios políticos del Partido Popular".

El periódico neoyorquino apunta así mismo que "otros nueve destacados políticos del Partido Popular y que se presentan el domingo en Valencia están también siendo investigados o han sido acusados de corrupción". "Camps fue acusado de recibir trajes hechos a medida a cambio de garantizar la concesión de contratos públicos, junto con otras posibles acusaciones de financiación irregular que aún están siendo investigadas", explica el periodista que termina ironizando: "Camps y los suyos niegan cualquier comportamiento incorrecto".

La Berlusconización de la política valenciana

El periodista reconoce que "por ahora las acusaciones de corrupción no han mermado las posibilidades de reelección de Camps" y compara al presidente del Consell con el primer ministro italiano: "Como Silvio Berlusconi, Camps se retrata a sí mismo como la víctima de una caza de brujas".

El diputado del PSOE por Valencia Ferran Bono, preguntado por Minder asegura que "mucha gente en Valencia habla de la 'berlusconización' de nuestra sociedad". "Mucha gente ha visto tantos escándalos políticos que los terminan banalizando, incluso algunos creen la teoría de la conspiración que Camps ha promovido", asume el político.

Finalmente, el reportaje detalla que "el caso Gürtel implica 120 millones de euros de dinero público malgastado por políticos, a cambio de recibir presuntas comisiones".