La estación de autobuses de Alicante -instalación teóricamente provisional hasta la apertura de la futura intermodal del AVE, que no iniciará sus obras hasta bien entrado 2013- abrirá sus puertas en la segunda quincena del próximo junio, una vez hayan culminado los trabajos para la construcción de los accesos que incluyen una nueva rotonda junto al barrio Heliodoro Madrona.

El coste final de la estación alcanza los 4,5 millones de euros y se ha financiado a cargo de los fondos del "Plan E" del Gobierno y "Confianza" del Consell. Cuenta con 23 andenes y el edificio principal ya está equipándose. Significativo es que en su fachada exterior se ha colocado el cartel anunciador de la estación y un reloj en alusión clara a que su inauguración ha iniciado la cuenta atrás.

La infraestructura se ubica en el corazón de los nuevos accesos a Alicante por el sur desde la avenida de Elche. Junto a la futura sede de la Casa del Mediterráneo y frente al hotel AC Alicante. La estación ocupa una superficie de 3.723 metros cuadrados construidos, de los que 3.236 serán para las dársenas de los autobuses, que estarán cubiertas con pérgolas y que ocuparán la planta baja del edificio. Ésta queda conectada con la planta superior, donde estarán las taquillas, por dos ascensores panorámicos con capacidad para 25 personas cada uno y por unas escaleras.

Las dos plantas del inmueble están coronadas por una cubierta que pesa 24 toneladas y tiene una superficie de mil metros cuadrados. La estructura está formada por más de un millar de tubos de acero entrelazados que hacen de vigas y permiten prescindir de pilares para sostener el techo. De esta forma, las instalaciones donde se ubican las oficinas, taquillas y la cafetería serán diáfanas. La estructura se construyó en Bilbao y de ahí se trasladó al recinto donde se ha levantado la nueva estación para poder colocarla en dos únicas piezas.

La estación dispondrá de un sistema automatizado de control de acceso para todos los autobuses desde la avenida de Elche. Con su apertura se pondrá final a las instalaciones actuales que datan de los años 50 del siglo XX y se habían quedado completamente desfasadas pese su excelente ubicación en el centro de la ciudad. El Ayuntamiento quiere rehabilitar el edificio principal para uso ciudadano y donde se han demolido los inmuebles de viviendas municipales y las dársenas actuales irá la plaza de Séneca y el párking subterráneo.