Con un plantón de hora y veinte minutos incluido, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, mantuvo ayer un encuentro con la junta directiva de la patronal de obra pública de la provincia (Fopa) en el que les garantizó que, a pesar de los recortes originados por la crisis económica, tratará de mantener el volumen de inversiones como una vía para garantizar empleo. Camps, de esta manera, trata de calmar al empresariado ante la evidencia de que la próxima legislatura estará marcada por los recortes económicos. El jefe del Consell estuvo acompañado por el vicepresidente Gerardo Camps y el titular de Infraestructuras, Mario Flores, que, con posterioridad, se quedó como representante en el encuentro al trasladarse el presidente de la Generalitat a un acto de campaña en San Vicente.

Mario Flores anunció a los empresarios que el único sistema para que pueda seguir habiendo inversión pública en infraestructuras durante los próximos años será que la iniciativa privada -constructoras y entidades financieras- anticipe el pago de las obras. El Consell aplicará a rajatabla el sistema de participación público privada, por el que las empresas anticiparan la inversión y la recuperarán cobrando un canon en 30 o 40 años. En estos momentos, Infraestructuras ya ha lanzado por este sistema la mejora de la red viaria del Vinalopó (Ruta del Mármol) y la construcción de la estación de autobuses de Santa Pola. Proyectos a los que seguirán la prolongación del tranvía al aeropuerto, la carretera Alcoy-Benidorm y la plataforma para un bus guiado entre Alicante y Torrevieja. Camps compartió mesa y mantel con la directiva de Fopa. El conseller de Economía, Gerardo Camps, anunció a los empresarios que ayer mismo se pagaron 21 millones de euros a las empresas del Plan Confianza. A 4 días de votar.