No hubo "reventón" pero tampoco el "pinchazo" que había vaticinado el PP. Los socialistas respondieron y unas 15.000 personas, según el partido, llenaron la plaza de toros de Valencia. Una cita a la que el PSOE había fiado su suerte para relanzar la campaña en toda España y última gran oportunidad de Jorge Alarte para movilizar al electorado ante el 22-M. Y el presidente del Gobierno animó a una militancia entregada. "El domingo 22 a dar la sorpresa", dijo tras pedir "el voto decidido y valiente para Jorge Alarte". Zapatero, que ayer lidiaba en el feudo más hegemónico del PP en toda España y consciente de ser el centro de todas las críticas desde las instituciones valencianas, contraatacó con dureza. Y, en esencia, pidió a Camps que asuma su cuota de responsabilidad por las cifras del paro. "En 2005, 2006, 2007... cuando la economía crecía, aunque era un espejismo fruto de la política de especulación, Camps decía 'aquí estamos los autores del desarrollo'; cuando hay dificultades, es el Gobierno de España y Zapatero. Si aquí hay más desempleo [que en la media estatal], y por eso es más necesario Jorge Alarte, es porque ha habido un modelo agudizado, amparado y promovido por Rajoy y Camps: el desarrollo urbanístico sin límites", atacó el dirigente socialista.

Contra todo pronóstico, el presidente obvió uno de los ejes de campaña del PSPV y no hizo ninguna mención al caso Gürtel. Sí abundó, por otro lado, en las críticas a la gestión de Canal 9, que nombró varias veces. "No os extrañéis con lo que pasa con Canal 9. Sólo tienen un proyecto: intoxicar y manipular. No hay comparación con ninguna televisión pública de ningún país del mundo", dijo, para añadir a continuación: "Hay que ser muy de derechas para hacer lo que se hace aquí con Canal 9". También mencionó el presidente la Ley de Dependencia y lamentó "que en esta comunidad tendría que haber el doble de personas atendidas".

Zapatero, en una intervención larga y que fue de más a menos en intensidad, se mostró especialmente insistente en la venta de sus logros en Valencia. Así, destacó la puesta en marcha de "un modelo autonómico que, por primera vez, hace que la Comunidad Valenciana vaya a a tener una financiación por habitante en la media del país".

Pero, sobre todo, Zapatero presumió del plan de inversión local, hasta el punto de desgranar las cifras y las obras en calles y centros: "Ya sé que Rita [Barberá] nunca lo va a reconocer, pero que sepan todos los valencianos que gracias al Plan E, hay 239 obras con 228 millones de euros. 70 calles mejoradas, 40 centros educativos, sociales, infantiles. 5.600 obras en la Comunidad Valenciana, la mayor inversión de la historial municipal", proclamó. Al mismo tiempo, destacó la inversión en los sectores tradicionales y el turismo, y mencionó de pasada los "problemas" de las cajas valencianas al explicar la reforma del sistema financiero. Tampoco dejó escapar la oportunidad de reivindicar la llegada del AVE a Valencia y aseguró que esta infraestructura llegará a Alicante y a Castellón "en los plazos prometidos".

"Sigo siendo responsable"

Zapatero, que se esforzó en justificar las reformas económicas, también tuvo munición contra Rajoy, al que acusó de "apostar por derrocar el Gobierno aunque eso significara derrocar a España". Y aunque sin mencionarlo se refirió a su renuncia a la reeleción y apuntó: "Asumimos decisiones. Sigo siendo responsable, a pesar de la estrategia del PP". Finalmente, reivindicó el "gasto social" como parte del ADN socialista, que garantiza la defensa de los derechos sociales: "Para ellos esto es innecesario; para nosotros, prioritario. Por eso no es igual quién gobierne en Valencia; por eso os pido el voto para Jorge Alarte". "Hay partido el 22-M y vamos a dar la sorpresa", concluyó.