Francisco Camps demostró ayer que tiene bien aprendida su hoja de ruta para revalidar la presidencia de la Generalitat, y la receta es simple: Zapatero tiene la culpa de todos los males de este país, mientras que él posee la medicina para remediarlos, aunque no la haya aplicado en toda su legislatura. Joaquín Ripoll también tiene su táctica para repetir al frente de la Diputación, que no es otra que contentar a sus superiores y hacer patente el orgullo que siente tanto por Camps como por Rajoy. Como consecuencia, ni una sola mención a los rivales autonómicos durante las intervenciones de la tarde de ayer, ya que el maremoto nacional inundará las playas levantinas. Las encuestas les avalan.

Ambas actitudes quedaron manifiestas durante el periplo que el presidente autonómico del PP y candidato a presidir la Generalitat realizó ayer por Santa Pola, Dolores y Elche, en lo que suponía su primer desembarco en la provincia de Alicante, al quinto día de campaña electoral y con lugares cuidadosamente escogidos por afinidad y para asegurarse el lleno, buena parte del cual ya venía garantizado por la numerosa cohorte de la que se rodeó Francisco Camps: la plana mayor del Consell -los vicepresidentes Vicente Rambla y Juan Cotino, Paula Sánchez de León, Mario Flores, Angélica Such y Trini Miró-, el secretario general del partido, Antonio Clemente; diputados autonómicos como Luis Díaz Alperi y su hija; eurodiputados; varios alcaldes afines de la zona; el mencionado presidente de la Diputación de Alicante, anticampista en horas bajas, y personal de confianza.

En Santa Pola, adonde Camps había anunciado su llegada para las 14 horas y apareció a las 15.40, el acto de apoyo al candidado local, Miguel Zaragoza, se llevó a cabo en el restaurante Polamar, y aquí el presidente de la Generalitat empezó a despacharse a gusto contra el presidente del Gobierno de la nación, para lo cual, y dado el lugar en el que se encontraba, utilizó metáforas marineras: la Comunidad Valenciana ha sabido "entender que el temporal llamado PSOE no iba a poder con esta tierra", "podemos estar satisfechos porque juntos hemos aguantado el temporal, hemos creído en nuestras posibilidades, hemos apostado por el PP y por nuestro futuro común", y tras las elecciones, la Comunidad "llegará a puerto, donde esperará un gobierno de la nación presidido por Mariano Rajoy, que sabrá valorar nuestro trabajo y nuestro sufrimiento" durante los siete años de Gobierno de Zapatero, que solo ha traído "paro y desconfianza".

La desconfianza se habría generado, según su diagnóstico, con "la paralización del trasvase del Ebro sin justificación ni alternativa" o con la desaparición de las cofradías de pescadores. Contra ésta anunció una ley autonómica de pesca que "garantice la vertebración y el futuro de las cofradías de pescadores" para paralizar lo que él entiende que es la amenaza socialista a su supervivencia.

Previamente a Camps tuvo su oportunidad Joaquín Ripoll, quien subió al estrado de oradores para declarar que a él, que es de Ciencias, las encuestas le gustan, sobre todo las que les dan como seguros ganadores, para a renglón seguido hacer su profesión de fe en quienes pueden facilitarle otros cuatro años al frente de la Diputación: "Estoy orgulloso de ser del PP, orgulloso de tener un candidato a la Generalitat como Paco Camps y a presidente del Gobierno como Mariano Rajoy", proclamó, un brindis que recompensó el primer aludido mencionándole entre aquellos que actúan como él, es decir, con "normalidad, sentido común, apoyando al que más lo necesita, sin entelequias ni alquimias, sin buscar el titular, sino trabajando día a día".

Y a seguir trabajando se desplazó el candidato popular a Dolores, esta vez a dar su apoyo a su alcaldable local, Gabriel Gascón, quien no dejó de sorprenderse de que allí estuvieran "casi todos los cargos del Consell. ¡Es increíble!". El jefe de todos ellos reiteró una vez más su discurso en contra del PSOE en clave nacional y pidió al auditorio, en su mayoría personas de la tercera edad, "licenciados y doctores en la vida", como les llamó, que proclamaran a los cuatro vientos su memoria de cómo estaba España cuando llegó Aznar al Gobierno en el 96 y cómo el presidente popular remedió la situación, que los socialistas han vuelto a colocar en el mismo sitio en sus siete años de gobierno de Zapatero. Para la Vega Baja, una sola promesa: si sale elegido para presidir de nuevo la Generalitat, se recorrerá a pie toda la Comunidad partiendo de esta comarca.

Y el plato fuerte lo reservó Camps para Elche, donde respaldó a la alcaldable Mercedes Alonso en el Centro de Congresos y contó con la presencia de, entre otros, el presidente de la CAM, Modesto Crespo, el de Facpyme, Pedro Reig, la directora de Ciudad de la Luz, Elsa Martínez, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Elche (UPTA), la Asociación Comercial de Elche y representantes de otros muchos sectores sociales y empresariales.

Camps reclamó a los empresarios y a la ciudadanía en general el apoyo al presidente de Caja Mediterráneo (CAM) por su trabajo ante "las complicadas circunstancias económicas". "Modesto, estamos contigo y somos conscientes del enorme esfuerzo que estás haciendo para mantener vivo todo aquello que consiguió el ahorro alicantino", un apoyo que seguramente Crespo echó de menos durante el malogrado proceso del SIP.

Camps, tras reiterar las críticas al PSOE en clave nacional, se comprometió a crear el Consejo del Autónomo, la Agencia del Emprendedor, reducir la legislación burocrática que dificulta la creación de empresas y permitir la apertura de negocios con licencia a posteriori. Asimismo, reclamará "a Rajoy, cuando sea presidente del Gobierno", que el IVA se pague conforme al criterio de caja, es decir, que no se pague el impuesto hasta haber cobrado.